22 de julio de 2005

Fragmentos de un fractal (2)



ni el mañana en la tarde
regresará
o no sientes el tiempo
que brotará
o en mi noche la noche
nocheará
                o acaso



¿No adviertes el mito del tiempo
flechando feliz a tu lado?

Si es cada muerte un silencio,
y es cada grito la vida,
¿no aprecias el eco del tiempo
fluctuando feraz a tu lado?

Si es cada huida un regreso,
si es el retorno un olvido,
¿no acechas el río del tiempo
flotando fugaz a tu lado?

Si es un fulgor como un siglo,
si es cada evo un reflejo,
¿no alcanzas el golpe del tiempo
flameando feliz a tu lado?

Si es el futuro un recuerdo,
si es un ensueño el pasado,
¿no aciertas el brote del tiempo
florando feraz a tu lado?

Si es cada instante infinito,
si es cada eón un relámpago,
¿no afirmas el rayo del tiempo
fluyendo fugaz a tu lado?

¿No afrontas la flecha del tiempo
flagrando feroz a tu mano?


si es cada ola infinita
rugiendo feroz a tu lado
al sol
con ráfagas del viento eterno
salobres
que allá por el mar me llevó
                y van



Ráfagas
de olores salobres,
el mar,
en el viento que me llevaba.

Ráfagas,
colores salobres,
el sol,
en el viento que me traía.

Ráfagas;
sabores salobres,
calor,
entre el viento que me llevaba.

Ráfagas,
salores, olores:
la suerte,
entre el viento que me traía...

Ráfagas.
Olores salobres.
Sin suerte
por el viento que me llevó...

/Desaparecido en el mar,
perdido en el sol.../


toda la suerte salada
que me traía
ráfagas todas las horas
tal vez podrías
hombres todos al fin
de almas huidas
cristales quebrados
contra los días
                si



Tal vez podrías
arrojarte contra los muros,
destrozarte sobre las horas
y ser más duro
que los fragmentos esparcidos
de un ebrio ardor.

Quizá podrías
despedazarte entre las noches,
destilarte bajo los sueños
y aún ser tan denso
cuanto la luz reabsorbida
de un muerto sol.

Y aún podrías
estrellarte contra los muros
y estallarte contra los días
o ser más fuerte
que todos los rojos cristales
del corindón.


rota jornada
que en los cruces finales
muertos cristales
no fue más que la nada
                que



Nada soy más que la nada:
Al final de los caminos
y en la cruz de la jornada
nada más soy que la nada.

Hombre al fin de alma huida,
a través de las edades
y en el rayo de la albada,
nada soy más que la nada.

Astro soy que se consume,
astro soy aunque más, nada.

/Astro soy que se consume
ante el fin del universo.../


astro y olor sabor
color de nada
rumor dolor que nada
hacia el amor
                por



Si un olor
te recuerda algún sabor
y un sabor
te sugiere algún color
y un color
te evoca algún rumor
y un rumor
te despierta algún dolor,
el dolor,
ay, mi amor,
llega siempre del amor;
el amor
siempre trae algún dolor,
por amor.

Ay, mi amor:
si el amor
es la puerta del dolor,
el dolor,
ay amor,
es la clave del amor.
Ay, amor,
qué dolor.

Y hay dolor
en el roce del amor.
Y el dolor
es el eco de tu amor.
Y es dolor
el reflejo de mi amor.
Y dolor
es el gusto de tu amor.
Y es dolor
el aroma del amor.

Ay, mi amor:
qué dolor;
ay dolor,
qué mi amor.


y el dolor
el color
del calor
en el mar
en el sol
que en el viento
turbulento
me llevó
                o



Desaparecido en el mar.
Perdido en el sol.
Suerte sin suerte.
Frialdad.

Ardor.
Y ráfagas de olores
salobres
en el viento que se me llevó.


perdida con el sol
salobremente
cósmica ausente mente
aullando al sol
                cuando



Un cósmico frío gravita
fruncido en la cruz de mis ojos;

escucho el silencio compacto
de mentes bramándole al sol,

me atrapo en el tiempo intrincado
a un corvo recodo de ti,

vacilo en el tiempo suspenso
y lato, aun lato y aún lato

volcando una duda clavada
al blanco y azul monitor.

Mirando una duda volcada
al pálido, gris, transductor.


cósmica duda subida
al frío azul monitor
danza la lanza latida
yendo a la cruz de tu hondor
                puesque yo



De la duda a la esperanza
viro errático en la danza:
qué delirio, qué frescura
¡y dos cuartas
de locura!

De esperanza tan felina
el lirial se me ilumina,
qué dislate de flor dura
y tres codos
de locura.

Me ilumina y en la danza
se endereza la alta lanza;
qué despiste: por su hondura
cuatro brazas
de locura.

Va a la lanza tan felina
y en la luz la difumina;
qué del lirio, quién lo cura:
a dos dedos,
¡la locura!

/Qué ternura,
mi delirio, mi locura.../


astro era aunque más nada
quién lo cura
en la cruz de la locura
concentrada
poco soy más que la nada
romo verso
por la luz del universo
y la nada
                y ah



Astro soy que se consume
ante el fin del Universo,
alumbrando al infinito,
dando hálito a la nada.

Soy paisaje inescrutado
de un recóndito asteroide;
soy la frase nunca dicha
que jamás será escuchada.

Eco soy que se extravía
restallando en el silencio
de los riscos solitarios
por desiertos y gargantas.

Mota soy de polvo inerte
errabunda entre los siglos,
desde áridas estepas
y hacia landas desoladas.

Soy ceniza de la hoguera,
soy el vaho cabe el vidrio;
sangre soy en el acero
y soy tinta sobre el agua.

Rayo soy impredecible
que se clava en el océano
para hundirse en su destino
bajo el légamo y las algas.

Vuelo soy de ave en el viento
y la senda que el pez sigue
por tinieblas abisales
de la luz jamás holladas.

Sombra soy en fosca noche,
soy la mica contra el cuarzo;
el tizón soy en la lumbre
y la llama tras el alba.

Piedra soy que desprendida
so profundo río yace,
y del aire nunca herida
soy la gruta subterránea.

Pensamiento fugaz soy
que a sí mismo se descubre;
en la calle bulliciosa,
leve cruce de miradas.

El ensueño soy del niño
que no tiene aún memoria
y que olvida sus recuerdos
según habla, llora y anda.

Soy el hombre que se pierde
a través de las edades
sin dejar palabra escrita
ni abatir una muralla.

Y hombre soy de alma huida
que al final de los caminos
y de todas las jornadas,
nada más soy que la nada.


nada más cuasi
que una nonada
otro astro era
como cuando cantaba
cuentos de soles
cantos de nada
y en otros astros
cuantos contaba
cantos y encantos
como cuánticos cantos
al cuanto y cuánto
cuanto encantaba
                cuando



Cuento cosas, canto cuentos;
cuento cantos, cuántos cuento...
Hola, reina, dulce reina:
hola, ¿quieres ser mi reina?
Hola reina, gusarapo:
¿quieres ser mi gusarapo?
Gusarapo yo sería
por tu amor.

Por aquí que yo te vi
si los reyes yendo irán;
te lo digo solo así,
con naturalicidad,
y por eso así te beso
con calor de cuanto en flor,
uooh, mi amor,
y oigo ya el fluir del frío
e inconexos pensamientos
y un alud de luz-silenció
baja y hiere en los oídos,
al final desprevenidos,
del rotor.

Sobre todo te amaría
en el alba de anteahora
que un bramido de motores
arrancaba a los gorriones
de sus cándidas canciones;
copo a copo te amaría
sobre el alba y los rotores
del albor.

Aunque luego llegue el fuego
a encontrar donde parar
y pasar por nuestros pasos
que se azoran al azar,
dulce azor.

Lluvia llevan tus cabellos,
larga el viento lacias lágrimas
y en tus ojos canta el sol
que este sueño se acababa
sin dolor.

Hola, reina de mis labios,
reina: ¿quieres ser la reina
del rotor?
Adiós, reina de mis cuantos:
¡cuántos cuentos cuento y canto
por tu amor!


y estos sueños se atoraran
y otros sueños remontaran
al albor
cuántos cuantos que encantaba
solo sueños horadaba
por tu hondor
                y pues



Tan altos remontan los sueños
volando hacia cumbres heladas
y hendiendo en estrellas y cielos.

Lejanos me ruedan los sueños
por cálidas calles brillantes,
por mares lejanos y eternos.

Oscuros me crecen los sueños
con ansia de piel y de manos
en busca de cuerpos ajenos.

Fugaces me tiemblan los sueños
vibrando en equívocos guiños
temiendo entregarse a lo incierto.

Muy altos me vienen los sueños
dudando hacia cada tiniebla
en ser entre anhelo o deseo.

Tan lejos me llegan los sueños
que sé que son sueños tan solo
tal vez si en un vuelco despierto.


líquido sueño
pálida noche
lánguida mórbida lívida noche
sueño sin dueño
noches en sueños
sueños en noches
largas longincuas lejísimas noches
sueños en sueños
                sin



Noches inciertas en noches de olvido,
noches opacas sin tiempo de ser,
noches sin noche en la noche distante,
noches sin ver ni tampoco saber.

Noches de gélido miedo a estar solo,
noches ardidas de fuego interior,
noches encalmas sintiendo a los astros,
noches inquietas tras noches de amor.

Noches y noches que llegan eternas,
noches lejanas que han de crecer,
noches zanjadas de vueltas y marchas,
noches temiendo el temor a temer.

Noches sin norte ni sur ni sentido;
noches sin frío o esperanza o calor.
Noches cegadas de eclipse de alma,
noches vencidas sin ansia de albor.


y solo temor
aun más detrás
albor sin color
mas más aún atrás
sin ser ni entender
ardor interior
mas aun aún más
perpetuo regreso
y duda y terror
                y aun



Me vuelvo atrás, atrás y muy atrás,
al vértigo insondado del recuerdo,
en busca de la infancia extraviada
a algún lugar remoto del cerebro.

Y vuelvo atrás, atrás y más atrás,
a hallar lo que no existe y que no fue
sino en el turbulento desconcierto
convulso y retorcido del ensueño.

Y aún atrás, regreso atrás y atrás,
saltando de mi aura hacia el abismo,
cruzando el Universo sobre el tiempo
por quásares y negros agujeros.

Y voy atrás aún hasta no ser
materia desleída en la materia,
memoria que se olvida en la memoria
volviendo atrás, por siempre más atrás.


recarambas aun más
miedos y dudas
terror cosas peludas
y aún atrás

                Si


solo encuentro
ansia y temores,
angustia y terrores,
¿dónde carambas
habré de buscar?

Si solo hallo
duda entre dudas
y cosas peludas,
¿dónde recórcholis
tendré que buscar?

¿Dónde carainas,
dónde recorchos
aún he de buscar?

/Si miro hacia el cosmos
veré las estrellas.../


que la lanza al danzar
lirio y tersura
dos palmos de locura
donde buscar
                que



Qué ternura,
mi delirio, mi locura,
qué de lirio,
a dos tantos de ternura,
la locura.

Por la danza,
de la duda a la esperanza,
mi esperanza,
viro errático en la danza
con la lanza.

Flor felina
si tu amor, en plan pamplina,
imagina,
con el aura tan felina
se ilumina.

Alza lanza
y la sangre apura dura,
ruda y pura;
en el ristre calza lanza,
la ilumina.

Dura danza,
a la lanza se abalanza,
me ilumina
y después se difumina,
se esfumina.

Lanza empina,
me ilumina y me domina,
se esfumina:
Tras tal filfa tan felina
me fulmina.


y me iluminas
desde el éter que fulminas
me difuminas
y te esfuminas
en el aire que culminas
ay cómo brillas
                cuando



Estrella,
te veo ahí mientras me miras.

Titilante
no sé si algún mensaje envías
hacia el vacío antiguo e inmenso
que somos y eres.

Estrella,
aquí diez mil millones
cada noche impacientes te observamos
quizá esperando una señal
o casi acaso una sonrisa,
estrella,
que solo dure un breve lapso
y que habremos de guardar muy profunda
para siempre y la eternidad.

Titilante:
blanco amarillo azul y verde y rojo;
estrella,
te miro allí mientras me miras.


y me culminas
cuando rebrillas
casi acaso en el ocaso
en las orillas
de un cielo igual
y difuminas
rumbos y rutas
en las derrotas
del mar astral
rumbo al incierto tumbo
rota derrota
ruta en derrota rota
de un torvo rumbo
del roto azar
                y hoy



Rumbo a un no sé qué rumbo
desconocido voy.
Rumbo a un oscuro mar
de aguas insurcas voy.

Si hay en el hielo un norte
no lo ven mis agujas;
si tiene este mar caminos,
yo no los sé trazar.

Si existe un horizonte
por donde el sol se ponga,
ciegas y negras nubes
cubren aquel lugar.

Si en la cerrada noche
brillan constelaciones
solo querré saber
dónde ese cielo está.

Viajaré sin destino
cruzando turbias nieblas
y sin vientos, sin velas,
sin navío ni mar.

Y si alguien me añora
ni siquiera lo sé,
y si alguien me espera,
tal vez no lo sabrá.

Y navego sin brújula,
sin sextante o compás;
y sin cartas ni mapas
ni esperanzas voy.

Ignorando en mi tumbo
qué marinero soy.
Rumbo a no sé cuál rumbo
desconocido voy.


rumbos y roces
túrbidos tumbos
hoces y coces
del fiero azar
rutas y rumbos
rotos destroces
sórdidos zumbos
de ruin rimar
                de momentos



No me roces,
no me goces
ni un momento
pues dan coces
mis feroces
pensamientos.

No destroces
con tus voces
este cuento:
ya conoces
mis atroces
sentimientos.


mis arroces
con pimientos
de uvas pasas
y bacalao
mis atroces
idos vientos
que me zumbaban
que me arrastraban
y me llevaban
como aquel líquido
lívido viento
que en el momento
se me llevó

                Y


ráfagas,
ráfagas,
ráfagas;
ráfagas de olores salobres,

salor
con el viento
el viento
en el viento,
que por el mar se me llevó.

/Desaparecido en el mar,
perdido en el sol.../


que en la mañana
me enmarañaba
y en la ventada
me mareó
que en la tormenta
de moka y menta
y en la marea
se me aventó
                que



La mañana se enmaraña
de tormenta dulce y menta,
de maíz con regaliz
en limón al alimón.

La tormenta se atormenta
de mañana tan temprana
con nariz de regaliz
y melón al alimón.

La mañana se acrecienta
de limón al alimón.

/De mañana tan temprana
me parece que se crece.../


si en la tormenta
la menta aumenta
y las estrellas ríen malévolas
dónde limones
habré de marear
si solo hallo
dudas peludas
y mentirosas cosas burlosas
dónde mentoles
habré de encallar

                Si


miro hacia el cosmos
veré las estrellas
altivas y escépticas
riéndole bromas
al viento solar.
Y ¿a dónde,
caramba,
habré de mirar?

Aquí, solo encuentro
la brisa burlona
y el mar murmurando
ajeno en la arena
su sordo rumor.
Y ¿dónde,
carajos,
podría buscar?

Muy dentro, en mi sima,
solo hallo inquietante
y turbia tiniebla,
temor entre dudas,
tenaz desazón.
Y ¿en dónde,
mil coños,
tendré que buscar?


vienen velas violetas
poetas peludas
pedaleando entre dudas
sí mis pohetas
van veloces veletas
ondas más puras
en sus vetas oscuras
pojetas en thetas
                mas



Di, poeta,
clara esteta,
con la mano en la bragueta,
con la zarpa por la teta,
qué veleta,
dime ¿cuál es la receta
inconcreta
para entrar solo en la meta
en pedal sin bicicleta
con coleta?

Sí, poheta
farfalletta,
con la hache y en la theta,
con el dedo en la chaveta,
majareta,
dime ¿quién es el gran jeta
que te escribe una opereta
incompleta
de la gamma hasta la beta
en la zeta?

Mi pojeta,
borboleta,
chavalita regordeta,
feiticeira volvoreta,
repoeta,
coloral papalloneta,
tximeleta,
mariposa tan inquieta,
repuñeta,
déjamé que te la meta
desde el rizo a la peineta,
qué silueta,
mientras aún estás en veta
¡sin coleta!

Sí, Violeta,
en la meta,
pídemé que te la meta.
Mi poheta.


chavaleta
qué agotado
guárdamé el sol en tu veta
tan secreta
que la luz se me ha ocultado
se ha escapado
desde el rizo a la violeta
tan inquieta
y yo voy desconcertado
chavaleta
por mi lado
                que



Muerto voy de frío, hambre y sueño,
solitario, triste y cansado,
pero por lo menos contento
de tener mi sombra a mi lado.

Soportando frío, hambre y sueño,
dolorido, huyendo y sin bando,
como aquel mogol que azotaba
con su cola al propio caballo.

Abatido solo agotado;
derrotado al fin, cautivado.


o encantado
y embrujado
que si me miras
me derrotabas
cuando pensabas
que te amaría
cautivado solo cansado
como creía
que siempre estabas
y me azotabas
cuando me miras
                solo



Cuando te miro pienso
que voy a amarte eternamente;
cuando me miras creo
que todo va a ser para siempre.

Pero sé que eres solo
el sueño de un solo segundo,
el rayo en la tormenta
o en el volcán la oblicua lava
que se extinguirá pronto
en la tierra, el agua o el viento;
nada más que un ayer
que sí durará para siempre.

Aunque te miro y creo
que te amaré eternamente
y si me miras pienso
que un nunca es más largo que un siempre.


como creía
que aún duraba
y me perdía
en tu nadar
el ensueño de un solo silencio
cuando pensaba
que siempre iría
y erupcionaba
por tu volar
                si



Perdido en la barra de un bar
sin nada que deba pagar,
con todo, mi amor, por beber;
bebiendo en la barra del bar
sin nada que pueda encontrar,
con todo tal vez por perder.

Hallándome al fondo de ti
sin nada que sepa entender,
con todo quizá por buscar.
Buscando en el fondo de ti
sin nada que deba encontrar,
con todo, ya sé, por hallar.

Brillando en la frente del sol
sin nada en la luz ya por ver,
con todo, verás, por volar:
Volando de frente hacia el sol
sin nada en la luz por arder,
con todo al final por brillar.

Nadando en la orilla del mar
sin nada que quiera saber,
con todo hacia ti por soñar.
Soñando en el fondo del mar
sin nada que vaya a pescar,
con todo hacia ti por nadar.


perdidos frente al sol
vértices diedros
raudos vanos poliedros
en facistol
sin nada que buscar
lados velados
al fondo de mis hados
sin que encontrar
                si



Somos oscuros,
de raras facetas,
somos poliedros
de aristas diversas.

Mudos, ocultos,
extrañas sus caras;
vanos poliedros
de vaga apariencia.

Plenos poliedros,
velados sus lados:
rígidos raudos
reacios poliedros.

/Somos poliedros
de múltiples caras.../


vana mañana
rara la cara
buceando en el fondo de ti
rojos los ojos
loca la boca
hundido en lo hondo de mí
crece decrece
ron con limón
al alimón
                que hoy



De mañana tan temprana
me parece que se crece
tu tormenta verde menta
en la boca coca y moka
y te late el chocolate,
con compota y va y te explota
la nariz de regaliz
¡con limón al alimón!

Se incrementa la tormenta
del pastel de lima y miel
y haces duchos cucuruchos
con helado mantecado
y batidos coloridos
y esa fresa tan espesa,
con su franja de naranja
¡y un limón al alimón!

Se acrecienta tu tormenta
de barquillos amarillos
y merengue a medio dengue
con galletas majaretas
y repartes ya la tarta
de cacao azucarao
y bizcochos medio pochos
¡en limón al alimón!

Que te subes a las nubes
en cohete de juguete
retomando al fin el mando
con la pura confitura
y la espada en mermelada
pues parece que recrece
y aún aumenta la tormenta
¡de limón al alimón!


rojo en los ojos
crece decrece
en la tormenta
la menta aumenta
roca la boca
rojos paisajes
hundido en lo hondo de ti
tierra bajo la tierra
cada lugar
verdades discordantes
rutas rodantes
en cada azar
                o



Vaga un hombre sin tiempo
descifrando el desierto;
son sus ojos paisajes
y son mundos antiguos,
la memoria de razas
y otras lenguas perdidas,
de verdades cambiantes
que ve en cada lugar.

Atraviesa incansable
continentes y tierras;
va buscando saber
qué será lo que busca
y cuál es la respuesta
entre tantas preguntas
que tendrá de implicar
la respuesta final.

Al llegar desconoce
si aquel es su destino;
mas «No, nunca se llega
—le contestan—, jamás».
Y avanza inmutable
mientras surca el planeta
persiguiendo sin rumbo
y sin ruta un azar.

Y remonta el silencio
eternal e invariable,
navegando sus dudas
que acaso le empujan
hacia el mismo sendero
donde ayer tropezara
con la misma sandalia
en igual pedregal...

Viene un hombre perdido,
transitando el espacio:
son sus ojos neblina
y su duda, derrota.
Vaga un hombre extraviado,
errabundo en el tiempo;
va buscando o tan solo
intentando encontrar.


tierra bajo la tierra
que encubre el oro
de muertos y el tesoro
que el mar encierra
bajo la tierra tierra
y el oro yerto
remontando el desierto
y el quieto espacio
navegaba despacio
al tiempo incierto
a hielo abierto
bajo la tierra entierra
al ente muerto
                y aun



Tierra.
Bajo la tierra hay tierra
y más abajo,
más tierra.
Allá de la tierra hay tierra.
Tierra.

Tierra
que alimenta y mata,
descubre y tapa
vetas y muertos,
ruinas y tesoros.
Bajo la tierra hay tierra.
Tierra.

Tierra;
bajo la tierra hay tierra
y más allá de la tierra,
solamente hay tierra.
Tierra,
polvo,
tierra.


tal que la tierra atrae
la rota hoja
como la hoja roja
la tierra cae
rojos
rígidos raros
raudos
rotos poliedros

                La


hoja cae,
elle tombe.
Contra el cielo se golpea,
cae.

La hoja cae;
et elle tombe, tombe,
cae.

La hoja cae, vuela,
tan hacia el cielo
cae.


cual hacia el mar cae
la hoja rota
una salada nota
el viento trae
sueña el mar
                tú



Desde la alta,
remota meseta
habla al mar, llama al mar.

De la calina
del yermo paisaje
sueña el mar, llama al mar.

Desde el silencio
del llanto profundo
grita al mar, habla al mar.
Llama al mar.

/ Llama al mar
desde la alta y perdida meseta.../


fuimos poliedros
hoscos y oscuros
yendo hacia el mar
llama en el alba
llanos los llantos
bajo este mar
rígidos rotos
solo soliedros
                por si



Somos poliedros de múltiples caras
pero tan solo mostramos alguna
hacia los otros distintos poliedros
mudos, perplejos que enfrente se agitan;

raros y ocultos sus lados, poliedros,
caras decenas que aun ellas se ignoran,
giran tornando irisadas, fluctuantes…
somos innúmeros, vagos poliedros.

Somos poliedros de muchas facetas,
casi infinitas que dudan volubles,
miran, escrutan, se observan se ocultan;
tímidos, vanos, esquivos poliedros.

Somos poliedros de varios aspectos,
arduos y ocultos sus lados, poliedros;
torvos poliedros de vagas facetas,
lánguidos, vacuos, huraños poliedros...

romos poliedros de rápidas caras,
raros, velados sus lados, poliedros;
rudos poliedros de raras caretas;
rígidos, raudos, reacios poliedros.


raras carátulas
roces y goces
cónicas coces
recios feroces
tercos poliedros
latiendo en su paso el horror
girando raros en diedros
poliuniversos
tersos rudos diversos
lisos poliedros
sin ritmo la arcaica canción
vagos giróvagos
                de momento



No me goces
ni me roces
de momento:
que son coces
mis atroces
sufrimientos.

No remoces
en tus voces
mi tormento,
pues conoces
mis feroces
sentimientos.


mis atroces hundimientos
por las simas abisales
de los mares primordiales
de océanos arcaicos
anteriores a los soles
de neutrones
de las novas
de los púlsares latientes
y los cosmos emergentes
mis feroces
mis veloces movimientos
                cuando



El aire se encrespa en las cimas,
se agita la tierra en su hondura
y emergen galernas ardientes.
Del sueño ignorado germinan
las lágrimas pétreas del sol.

El mar se estremece en sus simas
y mientras las cumbres se ofuscan
y gimen los llanos del mundo,
un algo susurra en las sombras
sin ritmo su vieja canción.

Allá se oscurecen los astros:
Al fin se despierta el antiguo
que estuvo durmiendo en lo oculto
durante millones de evos
sintiendo llegar su ocasión.

Y un pálpito lento y profundo
se clava en el alma aterrada
de quien todavía respira:
En R’Lyeh ya Shoggoth avanza
llevando en su pulso el horror.

De R’Lyeh ya Shoggoth se acerca
trayendo en su paso el horror.


horror
ardor de ahumado amor
error ardiente
hórrido horror latiente
lloroso ahumor
                ya que



Si el humo crece
dentro del fuego
y el fuego vive
en el carbón,

dentro del humo
lágrimas nacen:
de entre esas lágrimas
viene el amor.

Si el fuego quema
ardiendo el aire
y el aire es vida
sueño y dolor,

y el dolor, humo
que arde en los ojos,
de entre las lágrimas
vuelve el amor.

En fuego y humo
arde el amor.


el ahumor
cosmos ardientes
y emergentes
que tú nunca me das
mi amor
como cosmólogos desorientados
y cosmonautas maravillados
por el fulgor
que nunca me darás
mi ard or
                oh



Salud a los héroes del cosmos:
Victorias logradas sin sangre
os valen el aura del mito.
Salud a la estirpe del cielo:
quedáis en la mente del hombre.

Venciendo el vacío impensable
que solo a vosotros se rinde
brindáis a la Tierra distante
la luz de los cuentos antiguos
y el alba feliz del futuro.

Con yelmos de azul transparente
y en naves de acero y silicio
colmáis de sorpresa el asombro,
traéis en las manos quimeras
que nunca aquí anclados vivimos.

Hazañas de paz y silencio
la mente fascinan y admiran;
salud a los dueños del éter:
portáis en los ojos el brillo
de nuestra aturdida mirada.

Marinos del cielo y los astros,
guardianes de arcaicos ensueños:
sois héroes de días presentes
viviendo por siempre en el tiempo:
Sois ya de la esencia del mito.


salud
la luz
cada tarde
cuando arde
te lo digo
nunca más
y tú nunca me lo das
lo darás
te lo ligo en la luz
al laúd
el alud
que brilló
en lo hondo del cosmos
lo profundo del éter
y tu hondor
al abismo del cielo
y en el hielo
de un cometa
por tu zeta
que ya nunca me darás
en la luz
al laúd
ese alud
                y ahora



Cada tarde,
cada día te lo pido,
cada noche en un balido
te lo pido
y tú nunca me lo das.

Salto y miro,
vengo, brinco, vuelco y giro,
vuelo, enfilo, me deslizo
y aterrizo
y tú nunca me lo das.

Viro, giro,
tiro y miro
y tú casi me lo das;
cada aullido te lo pido
más tú nunca
nunca nunca me lo das.

/Cada tarde te lo pido,
cada día te lo pido.../


mas aun me das
tu alud de luz
mas dame más
tráeme el alud
hacia el talud
que no me das
en tu testuz
que ama la luz
ya ama el mar
sobre el talud
bajo la luz
ama al mar
y en la llama
llama al mar
y ama al mar
que a ti te ama
al mar que llama
y te lo da
                y aun



Llama al mar.
Desde la alta y perdida meseta,
desde el calor del paisaje extraviado,
llama al mar
y usa tu voz más callada y profunda,
con la que oras a dioses antiguos,
llama al mar.

Llama al mar:
dile cantigas y viejos romances,
nunca le hables de pena y nostalgias;
llama al mar,
sabes que aún canta danzando en las islas,
lejos allá de las grises montañas.
Llama al mar.

Llama, llama al mar.
Sabes que sigue sonriendo en la arena
siempre después del confín de los siglos.
Y ama, llama al mar.
El mar.


al mar que te ama
llama a la llama
traza los trazos
pinta los puntos
dibuja juntos
mares y altares
lapas y mapas
suma tu sueño
del sol traza el talud
esboza y graba
el mar que más te amaba
laúd de luz
                o aun



Traza la ruta de tus insomnios.
Marca las líneas de aquellos sueños
y pesadillas que más te atrapan...
Perfila el punto donde se vuelca
el sol en siglos, la luz en cuantos.

Dibuja el mapa de tus ensueños
y ve siguiéndolo; sigue sus líneas
entre las llamas y los incendios,
los resbalones y zancadillas
de la inmutable realidad...

Dibuja el mapa de cada sueño
de cada ensueño, y ve cruzando
por sus derrotas la realidad.
Sigue tu sueño entre la pétrea,
dura, cansada, realidad.


traza tu sueño
sigue tu autismo
ve navegando
por tu ortodromia
hacia otro sol
clava tu hacha
en la grieta del tiempo
que hundo mi tiempo
en la hoja del hacha
sigo mi sueño
grabo en mí mismo
voy naufragando
huidizo mogol
de rota en rota
a mi eterna derrota
por otro sol
                que hoy



Yo qué soy. Extraterrestre:
Alma en hilos. Ser sin vida.
Yo qué soy. De otro planeta.
Extraviado ser sin ser.

De otro cielo en otra tierra,
de otra Tierra en otro Sol.
De otra luz de otro universo.
De otro cosmos, de allá soy.

De otro mundo que no es este;
de otro azul que aun no pensara
ni en el sueño más consciente
ni en los vuelos que olvidé.

Yo no entiendo este sistema
ni estas órbitas excéntricas,
estas placas inestables...
Yo no puedo ser de aquí.

Otra nave en otro tiempo
me arrojó en este pantano
de aguas túrbidas y hediondas,
de mentiras por verdad.

Otro tren en otro viaje
me dejó en esta laguna
de algas muertas y ceniza,
de verdades sin razón.

Y aquí estoy. Extraterrestre.
Sin saber si es hielo o viento
lo que añoro y lo que amo,
lo que entiendo en mi ilusión.

Esto estoy. Extraterrestre.
Sin creer en lo que aúllan
las sirenas de los yermos
ni las hienas de este mar.

Aquí vago. Extraterrestre:
Otra luz de otra galaxia
me cegó y desorientado
aquí estoy, no sé por qué.

Aquí voy. Extraterrestre.
Extraviado. Confundido.
Zozobrado en esta roca
naufragada en este sol.

Solo estoy. Extraterrestre.
Aguardando mi rescate.
Agitando mi camisa
hacia el piélago estelar.

Esto estoy. Extraterrestre.
Ciego sordo tonto y mudo.
Aferrándome a mi autismo.
Abrazado a mi ficción.


zozobrado en esta roca
que has de quebrar
naufragado en esta pena
que abrir has
que en la roca del miedo
hunde tu hacha
que en la peña del tiempo
tu hacha clava
que en la estepa deshilada
sin razón
extraviado en este mapa
de otro sol
                que



Quiébrala:
Hunde tu hacha en la áspera roca
ruda y desnuda en el hielo del miedo
y quiébrala.

Córtala:
Hinca tu hacha en la pena que traes
vieja y grabada en cinceles de tiempo
y córtala.

Ábrela:
Clava tu hacha de hojas gemelas
en esta peña estéril y seca
y ábrela.

Rómpelo:
Hiende el dolor tan antiguo y arcano
dado despacio en innúmeros evos
y rómpelo.

Sájala:
Blande tu hacha de hojas filosas
contra la pétrea tristeza que arrastras
y sájala.

Y quiébrala:
córtala ábrela rómpela sájala:
Aunque se queden también en la roca
rotas las hojas del hacha que rompe.


rotas derrotas
rutas quebradas
troles y hadas
yelmos y cotas
las quebradas y los cabos
que se vieron
las estepas desoladas
dónde fueron
y los castros de la roca
qué se hizieron
las huestes innumerables
por los cosmos insondables
se perdieron
los enriques i-reales
por las simas siderales
no se vieron
dónde fuimos dónde somos
qué nos dieron
                dólos



Dónde estamos, dónde somos,
dónde fueron, do fuyeron
las estepas, los caballos

y las tiendas en la tundra,
y los castros en la roca
sobre el mar y el oleaje;

y los dólmenes, los cabos,
y los bosques, las quebradas...
dónde fuimos, dónde somos.

/Y dónde están los mundos
que perdimos.../


dónde fuimos
dónde pido
cada tarde en un aullido
hecha trizas
en las drizas
agonizas
dónde he ido
cada día en un balido
dónde vamos
dónde fuimos dónde estamos
que te pido
                que



Cada tarde te lo pido,
cada día te lo pido
y tú, nunca me lo das,

y yo corro, vengo y giro,
salto, vuelco y aterrizo,
y tú nunca me lo das,

me convierto al zoroastrismo,
trazo enigmas con los indios
y tú, nunca me lo das,

interrogo a los prodigios,
busco pistas, sigo signos,
y tú nunca me lo das,

el color del viento miro,
en los astros ya me abismo
y tú, nunca me lo das,

entre voces cambio el ritmo,
en silencio te conmino,
y tú nunca me lo das,

cada instante te lo pido
y tú nunca me lo das,
no, que nunca me lo das.


cuando sueño en lo que creo
compungido
cada noche en un gemido
no me leo
porque quiero lo que veo
en mi oído
cada día hay un bramido
que no aireo
                porque



Amo tu sueño;
y sueño que te amo.

Sueño que quiero
soñar a quien tengo;
tengo otro sueño
que sueña a quien sueño;
quiero en mi sueño
tener a quien creo.

Y amo a quien sueño
y sueño en quien quiero,
quiero a quien tengo
y tengo a quien creo,
creo en quien amo
y soy porque sueño.

Amo tu sueño
y soy porque te amo.


en los cabos de las drizas
las cangrejas
se avientan con tus quejas
y agonizas
cuando sueño sin azar
en los altos masteleros
y en las bitas
nos alumbran estrellitas
y luceros
del lugar
                que



Agonizas
hecha trizas
sin pensar que ya no piensas,
que no puedes ni pensar
en el azar.

No fue la suerte:
quizá hubo un plan
o una trampa dibujada
a tus espaldas
por un hada malhadada
sin piedad.

Poca cosa
sin embargo es lo que queda
tras la veda
de aspavientos y sollozos
y de hechizos encantados,
de estrellitas y luceros
del lugar.

Y tú sufres,
te revuelves y rebelas
inventando un epicentro
en que clavar
seis segundos
de ansiedad al despertar,
tus tormentas y ciclones
sobre el mar.

Yo no me río
y aun podría sonreír
sudando en frío
cuando la risa
va a decirte que no puedes,
que no tengas más jamás
la imprudencia de llorar
ni de reír,
la ocurrencia de reír
ni de llorar.

Agonizas
hecha trizas;
mas no pienses que no piensas,
que no puedes ya pensar:
No hay azar.


fuego santelmo
sobre las penas y los penoles
vibran las drizas
tiemblan las velas tras las tormentas
brillos confusos
en la mirada del navegante
en las partidas
y las venidas hacia la nada
límpido yelmo
claras antenas lóbregos soles
aunque agonizas
y te rebelas no te lamentas
sueños difusos
en la arribada del cosmonauta
                por ello



No busques a un navegante:
verás su mirada perdida
en islas y mares distintos
de aquel que en tu piel te acaricia.
No mires sus ojos lejanos;
verás un fulgor de otros soles
que nunca en tu niebla abrirán.

No hables a un astronauta:
padecen extraños mareos
que hombres comunes no alcanzan
y sufren de vértigos turbios
cuando ecos y sones remotos
desliza el viento en su oído
llamándolos hacia otro allá.

No mires a un aturdido,
no ames a algún extraviado
anclado entre el cosmos y el mar.
No esperes a viejos viajeros
del tiempo la luz y el azar,
pues van a otro ritmo en las venas
y dan otra forma de amar.


que no es fácil buscar
ni saber
no es sencillo volver
del azar
y no es fácil morir
sin cantar
no es sencillo pasar
de vivir
                y aun



No es tan fácil saber;
no es tan fácil vivir,
siglo a siglo tras siglo,
evo a evo en los evos
y eslabón a eslabón.

No es tan fácil saber
que no es fácil morir;
mundo a mundo en los mundos,
universo a universo
y eslabón a eslabón.

No es tan fácil saber
lo que hay que encontrar.

/Si pudiera saber
lo que quiero encontrar.../


y no es fácil pasar
sin saber
sin vivir
viendo y viniendo
hacia la nada
sin morir
ni saber
de la nada a la nada
desde el dolmen al castro
del desierto a la playa
turbadora
la sabana y la noria
de la historia
de la historia a la noria
soñadora
de la ola en la playa
en que urdió cada astro
la razón de la nada
sin vivir
ni entender
nada ni nada
viendo y volviendo
sin morir
ni creer
que no es fácil andar
                do



Y dónde están los mundos que perdimos,
las rutas del desierto y las estepas;
las tiendas, fino fieltro, y los caballos;
a dónde se nos fueron las estrellas.

En dónde está la vida que dejamos
por playas y por ríos y en los bosques;
después la dura tierra por la noche,
y aun, bajo el rocío, la mañana.

Y dónde el cielo inmenso y siempre libre,
abierto de horizonte a horizonte.
De noche hay una casa y una cama...
Y, qué es una cama y una casa.

Me angustia aquí la trampa dibujada
con hilos de ansiedad y de minutos;
me siento enmarañado en el recuento
de idas y venidas a la nada.

Y dónde fue este tiempo que olvidamos
en cuál encrucijada de los siglos.
Y dónde fue aquel mundo que perdimos
en qué infeliz recodo de la historia.

Y dónde fuimos. Dónde, dónde somos.


cada día en un gruñido
con arenas
las sirenas más morenas
dónde he ido
cada noche en un reproche
te lo pido

                Y


yo danzo en los desiertos,
en los páramos inciertos,
y camino sobre mares
y glaciares
y tú nunca me lo das.

Y me apuro en los planetas
y remonto los cometas
y me cierno tras las moles
de mil soles
y tú nunca me lo das.

Y a los cúmulos me alzo
y en galaxias me descalzo
y me abrumo en las brumosas
nebulosas
y ya nunca, nunca nunca, me lo das.


si te vas
yo me voy a pescar
tritones tuertos
fenómenos inciertos
por sobre el mar,
a de más,
                que yo



Pescando sirenas estaba
y en esas llegaron los guardias:
Dijeron:

—¿Qué hace?
Y yo:
—¿Quién hace?
—¡Usted hace!
—¿Yo hago?
—¿Qué hace?
—¡No hago! ¡Narices!

Pescando sirenas estaba
y me ahuyentaron la pesca, zoquetes,
un par de besugos.


que en los cayos del mar
pesco sirenas
rubias rojas morenas
y en su rolar
trae el viento al azar
mareas llenas
bellas torvas sirenas
del negro mar
                mientras



Se caerán las hojas,
regresarán al viento,
y los árboles inermes
mirarán girar el cielo.

Y fluirá el verano
y pasará el invierno
y el tornillo de los días
dará otra vuelta en el tiempo.

Y brotarán las hojas
regresarán al cielo,
y los árboles felices
requebrarán al viento.

Y se amarán los niños
y jugarán los viejos
y el tornillo de la vida
se confundirá en el tiempo.


                y ámame (…)



Fragmentos de un fractal (0)
Fragmentos de un fractal (3)

Rotas derrotas notas

Agonizas. (Madrid, 1988 / 23.07.90). «Al pasar nos alumbrarán estrellitas y luceros del lugar». De la banda sonora en español de Peter Pan, 1953, de C. Geronimi, con música de O. Wallace y otros.
Amo tu sueño. (Madrid, 1987 / Barcelona, 2004)
Astro soy que se consume. (Madrid, 1987 / 16.07.90 / 20.07.94 / Barcelona, 2003). «Nunca la nada es nada», según el doctor Qeiro.
Cada tarde. (Barcelona, 13.06.04). 1ª burbuja de Cada tarde te lo pido. Giróvago por Ýe.
Cuando te miro pienso. (Madrid, 1987 / 17.07.90)
Cuento cosas, canto cuentos. (Madrid, 1988 / 22.07.90 / 05.08.94). Gusarapia. «En mecánica cuántica las ondas y las partículas son dos aspectos de la misma entidad subyacente; la partícula asociada a una onda es su cuanto». S. Weinberg, Los tres primeros minutos del universo.
De la duda a la esperanza. (Barcelona, 14.06.04). Burbuja de Qué ternura.
De mañana tan temprana. (Madrid, 1987)
Desaparecido en el mar. (Madrid, 1987). Naufragio primero. Escuchando el boletín de noticias de R.N.E. a las 06:00 h.
Desde la alta, remota meseta. (Barcelona, 13.06.04). Burbuja de Llama al mar.
Di, poeta. (Madrid, 1988 / Barcelona, 2003). Di casi todo mi amor a Violeta.
Dónde estamos, dónde somos. (Barcelona, 13.06.04). Burbuja de Y dónde están los mundos que perdimos.
El aire se encrespa en las cimas. (Madrid, 1988 / 14.09.90). Cthulhu Fhtagn. «Phnglui mglwnafh Cthulhu R’Lyeh wgahnagl fhtagn». (En su morada de R’Lyeh, el muerto Cthulhu soñando aguarda). «Lo que ha emergido puede hundirse y lo que se ha hundido puede emerger». H. P. Lovecraft, La llamada de Cthulhu (The call of Cthulhu).
Estrella. (Madrid, 1987 / 16.07.90 / 20.07.94). Gumda contemplaba el cosmos desde el puente de popa de la Irrigi II, camino a Qēz, sin saber que existía Qēz.
La hoja cae. (Madrid, 1988 / 13.03.90)
La mañana se enmaraña. (Barcelona, 14.06.04). Burbuja de De mañana tan temprana.
Llama al mar. (Madrid, 1988 / 23.07.90 / 21.07.94)
Me vuelvo atrás, atrás y muy atrás. (Madrid, 1987 / 13.07.90 / 17.07.94)
Muerto voy de frío, hambre y sueño. (Madrid, 1988 / Barcelona, 2004). Mongol en Redondela, 1974. «Cuando no tenemos más compañía que nuestra propia sombra, ni más fusta que la cola del caballo». Historia secreta de los mongoles, trad. L. Ramirez, edit. Miraguano, 2000.
Nada soy más que la nada. (Barcelona, 15.06.04). Burbuja de Astro soy que se consume.
No busques a un navegante. (Madrid, 1988 / 28.02.91 / Barcelona, 2004). Se lo cantaba a Caléndula, en Thule, al volver de Qēz, ensayando el arpa qēzia que le cambié a Sirenazul por una traducción al qēzio del capítulo XII de la Odisea. El doctor Zun Qeiro se había entretenido en esta traducción durante las largas jornadas de las llanuras qēzias, y al llegar a la costa norteña, cuando hallamos a la sirena, fue él quien trabó amistad con ella y el que descubrió su afición por las historias de marinos, y muy especialmente las de naufragios.
No es tan fácil saber. (Barcelona, 13.06.04). Burbuja de Si pudiera saber.
No me goces /ni me roces. (Madrid, 21.01.89 / Barcelona, 2004). Variación 2ª.
No me roces /no me goces. (Madrid, 21.01.89 / Barcelona, 2004). Variación 1ª.
No sientes el mito del tiempo. (Madrid, 1987 / 12.07.90 / Barcelona, 2003)
Noches inciertas en noches de olvido. (Madrid, 1987 / 16.07.90)
Perdido en la barra de un bar. (Madrid, 1988 / 16.09.90)
Pescando sirenas estaba. (Madrid, 1988). Drama piscato-fantástico en 0,1 actos. De madrugada en el muelle de Vilavella.
Qué ternura. (Madrid, 1987 / 16.07.90 / Barcelona, 2003)
Quiébrala. (Madrid, 1988 / 27.02.91)
Ráfagas de olores salobres. (Barcelona, 2003 / 17.06.04). 3ª burbuja de Desaparecido en el mar.
Rumbo a un no sé qué rumbo. (Madrid, 1988 / 20.07.90)
Salud a los héroes del cosmos. (Madrid, 1988 / 1990 / Barcelona, 2004)
Se caerán las hojas. (Madrid, 1989 / Barcelona, 2004 / 14.03.05)
Si el humo crece. (Madrid, 1988 / Barcelona, 2004)
Si miro hacia el cosmos. (Madrid, 1987 / 16.07.90 / Barcelona, 2003)
Si solo encuentro. (Barcelona, 13.06.04). Burbuja de Si miro hacia el cosmos.
Si un olor. (Madrid, a. 1987 / Barcelona, 2003)
Somos oscuros. (Barcelona, 13.06.04). Burbuja de Somos poliedros de múltiples caras.
Tal vez podrías. (Madrid, 1987 / Barcelona, 2004)
Tan altos remontan los sueños. (Madrid, 1988 / 22.07.90 / 14.08.90 / Barcelona, 2003)
Tierra. (Madrid, 1988. m: L). «Han sido explorados los cielos y están vacíos. Y lo que yace bajo la tierra está también vacío, lleno de huesos y de sombras». H. Miller, Trópico de Cáncer.
Traza la ruta. (Madrid, a. 1987 / Barcelona, 2003 / A Pobra do Caramiñal, agosto 2004). «Gracias a la vida que me ha dado el cuanto». Enr Gumda, Memorias de un rapsoda cuántico.
Un cósmico frío gravita. (Madrid, 1988 / 21.07.90 / Barcelona, 23.07.05). Durante el largo regreso de Qēz, cuando se colapsaron los sistemas, principal y alternativos, de generación de pulsoenergía.
Vaga un hombre sin tiempo. (Madrid, 1988 / 25.07.90 / 21.07.94 / Barcelona, 2003 / 2004). Canción qēzia, de moda a finales del pasado trilenio.
Y dónde están los mundos que perdimos. (Madrid, 1988 / 07.08.90). Viendo la serie documental de la televisión japonesa NHK La ruta de la seda. «Divide a todos los que viven en tiendas de fieltro, separados de los que tienen puertas de tablas». El libro secreto de los mongoles, trad. del ing. J.M. Álvarez, edit. Muchnik, 1985.
Y ráfagas, ráfagas, ráfagas. (Barcelona, 2003 / 3/17.06.04) Guardaba los vientos Eolo en una garrafa, la garrafa del viento, según Qeiro. 4ª burbuja de Desaparecido en el mar.
Yo qué soy. Extraterrestre. (Barcelona, 1995). Otros planetas, otras costumbres. Naufragio Tercero. «Accroche-toi a ton rêve». E. L. O., Hold on tight.



Hoces coces voces
Desglosario


ahumor (ē). Amor inicialmente transparente que, tras haber sido expuesto al humo, ha adquirido cierto color sombrío.
anteahora (ē). Un instante antes de ahora mismo, hace un momento exacto.
bita. Cada uno de los postes de madera o de hierro que, fuertemente asegurados a la cubierta en las proximidades de la proa, sirven para dar vuelta a los cables del ancla cuando se fondea una nave.
borboleta (portugués). Mariposa.
cangreja. Vela de cuchillo, de forma trapezoidal.
carainas (gallego). Interj. carambas.
dólos (castellano). Contracción de do, dónde, y los, ellos: dónde están.
driza. Cuerda o cabo con que se izan y arrían las vergas y también el que sirve para izar algunas velas y banderas.
enrique. Moneda de oro hecha acuñar por Enrique IV de Castilla.
eón. Periodo de tiempo indefinado e incomputible.
farfalletta (italiano). Diminutivo de farfalla, mariposa.
feiticeira (gallego). Hechicera.
hondor (ē). Honda profundidad, hondura profunda.
insurcas (ē). No surcadas.
lirial. Campo de lirios.
mastelero. Palo o mástil menor que se pone sobre cada uno de los mástiles mayores.
naturalicidad (ē). Naturalidad afectada, innaturalidad.
ortodromia. Arco de círculo máximo; camino más corto que puede seguirse en la navegación entre dos puntos.
papalloneta (catalán). Diminutivo de papallona, mariposa.
penol. Punta o extremo de las vergas.
pojeta (ē). Poeta con mucha jeta.
R’Lyeh. Lugar en el que aguarda Shoggoth.
santelmo. Fuego de San Telmo, meteoro ígneo que, con la atmósfera muy cargada de electricidad, suele verse en los mástiles y vergas de las embarcaciones, especialmente después de una tempestad.
Shoggoth. Aquel que aguarda en R’Lyeh.
soliedro (ē). Poliedro solitario.
theta. Octava letra del alfabeto griego.
transductor. Dispositivo que transforma el efecto de una causa física, como la presión, la temperatura, la dilatación, la humedad, etc., en otro tipo de señal, generalmente eléctrica; un micrófono o una cámara de vídeo son transductores.
volvoreta (gallego). Mariposa.


egm. 2005

☛ F.f ☚