29 de julio de 2005

Fragmentos de un fractal (3)



y átame
a otro vuelco en el tiempo
vuélame
como el acero al cielo
flúyeme
como en el hielo el viento
púnzame
con tu aguijón de invierno
                y



Ámame
con tu amor de hielo,
quiéreme
con tu querer de acero
y dame
la picadura que hipnotiza
y anula los sentidos para siempre.

Entrégame ya
tu pernicioso amor envenenado:
Quiéreme
con tu amor de acero.

Y ámame
con tu aguijón de hielo.


y ódiame
otra vuelta en el viento
que no te hiere
otro giro en el hielo
que no se mueve
otra torna en el tiempo
que permanece
                cuando



Los segundos, los minutos
van pasando tras las horas,
pero el tiempo no se mueve.

Y los días, las semanas
van pasando con los meses,
aunque el tiempo no se turba.

Y los años, con los siglos
van pasando en los milenios,
pero el tiempo ni se inmuta.

Las edades, los eones
van pasando en universos:
Solo el tiempo permanece.

/Solo el tiempo permanece,
pasan olas tras las olas.../


los segundos los minutos
y las horas
día a día tras día
no se mueven
las semanas los meses
y los años
siglo a siglo tras siglo
permanecen
letra a letra tras letra
cada línea
golpe a golpe tras golpe
cada verso
y eslabón a eslabón
van pasando
y aun
que no es fácil pasar
ni vivir
no es sencillo morir
y cantar
y no es fácil volver
al azar
no es sencillo buscar
ni saber
                y aún



Si pudiera saber lo que quiero encontrar,
si pudiera tenerlo y después ya morir...
Mas no es fácil tener ni es tan fácil morir...

Puede ser duro y seco realmente el dolor
y se puede aprender a doler y a sufrir
y se puede después lentamente morir

sin que sea posible alcanzar a entender
si se vive o se muere o se sabe o se existe,
o se teme y se ignora, de buscar o morir...

o se escribe o se lee a los cándidos todos
que de antaño escribieron de vencer y sufrir
en la guerra y los días, de querer y morir.

Y vivir y sufrir, y seguir con la duda,
con el alma por máscara, por disfraz el olvido
día a día tras día, y esperar a morir.

Y por fin conseguir volver noche la vida
y vivir una fiesta alocada y continua
hasta el día fatal en que toque morir.

Y por eso vivir con la cierta alegría
de saber que se es vida, que la muerte nos crea
y creamos la vida, y con eso, morir.

Y por eso morir, y perder si hace falta
como siempre otra vez, y entender que se es solo
solitario eslabón de infinita cadena

de memorias y mentes sucediéndose eternas
existiendo y muriendo, padeciendo y sintiendo,
avanzando en la sombra siglo a siglo por siempre:

tribus hordas ejércitos, razas cultos y reyes,
dinastías y dioses construyendo la historia
eslabón a eslabón de infinita cadena,

transmitiéndose ideas a través de los hombres,
continuando una obra que no tiene final,
por el tiempo en el tiempo y eslabón a eslabón...

Y por eso, con calma y sin miedo, perder
y entregar la derrota y doler y sufrir,
y por eso saber que no es fácil morir

para quien se conoce eslabón de cadena,
siglo a siglo tras siglo, y por eso, morir
reviviendo por siempre; y con eso, vivir...

Que no es fácil saber. Ni tampoco morir.


eslabón a eslabón
siglo a siglo golpe a golpe
tiempo a tiempo
gota agota paso a paso
y tacón a tacón
pues la rumba
catapumba
golpe a tiempo tiempo a gota
me retumba
que me tumba
                y pues



El arte me parte,
tu rumba me tumba;
el aire que zumba
podría explicarte.

Tu arte me tumba,
la rumba me parte;
yo vengo a escucharte
el son que retumba.

El son de tu rumba
que zumba y reparte
me abruma y me tumba;

el aire del arte
que vibra y que zumba
me abre y me parte.

Me parte tu rumba;
me tumba tu arte.


catapumba la rumba
goces y coces
arte que zumba
brutos desbroces
taconear
darte mi rumba
que zumba y parte
tumba y retumba
al resonar
darte mi arte
rumbas y roces
que parte e imparte
simplón rimar
                al momento



No me roces
o me goces
al momento:
no conoces
mis feroces
pensamientos.

Ni desbroces
con tus hoces
este invento
que son coces
mis atroces
sentimientos.


mis veloces
sufrimientos
en los tientos
más feroces
largos muy largos duros
mis audaces
esperantos
en los llantos
más mendaces
duros y largos siempre
infelices
caminantes
en los plantes
y deslices
siempre por siempre largo
                y sí



Largo, qué largo es el camino.
Sí, largo, muy largo camino.
Y el viento de soplar no cesa.

Largo, qué largo este camino
y son tan ásperas las piedras.

Largo, qué largo es el camino;
duras, muy duras son las piedras
y sobre el fango se resbala.

Largo, tan largo es el camino;
ciega los ojos la llovizna
y el viento de aullar no cesa.

Qué duro y largo es el camino;
nunca se terminan las cuestas,
azotan el rostro las zarzas
mientras el viento sopla y ruge.

Y entre los pinos grazna el cuervo.

Duro y qué duro es el camino,
cuán largo y qué duro camino;
desgarran el cuerpo las zarzas
y la lluvia ahoga el alma.

Y es largo, y ya duele, el camino;
Los brazos, viento; los pies fango,
y opaca lluvia son los ojos.

Y es duro, muy duro el camino;
y no hay sol, y no hay luz ni calma:
solo preguntas en la lluvia.

Y no hay descanso ni horizonte.
Sólo inacabable camino

Qué largo y qué largo camino.
Muy largo, qué largo camino.

Y duro, cuán duro camino.


camino siempre camino
y lluvia y lluvia
camino siempre en la zubia
no mi camino
                por



Siempre rondando, siempre,
donde no debo andar.
Siempre yendo, sí, siempre
hacia donde no estar;
siempre y siempre buscando
lo que no sé encontrar.

Siempre bebiendo errante
por los bares de siempre;
siempre vagando absorto
por las calles de siempre:
siempre mirando abúlico
al poniente de siempre.

Siempre evitando, siempre
el país de los siempres:
pero viviendo siempres,
pero sufriendo siempres...
siempre náufrago, siempre
por el mar de los siempres.

Siempre subiendo siempre
la marea de siempres...
Siempre escapando huido
hacia donde no hay siempres.
Siempre varado en siempres.
Siempre por siempre y siempre.


o bien nunca cada hora
que venía
o si siempre resto sumas
se me iría
dividiendo multiplico
cada día
cada siempre cada nunca
que se huía
                cuando



Los minutos me dividen
en las horas día a día,
laberintos de segundos
resto y sumo por un día;

las semanas y los meses
multiplican día y día
y los siglos y los años
se resuelven cada día:

las edades y los evos
se disuelven en un día.

/Los segundos voy sumando
en mi ansia a los segundos.../


solo el tiempo en el tiempo
remanece
los segundos y los pársecs
se disuelven en eones
las edades y los evos
en hadrones
en mesones y bariones
y los mundos y universos
se reducen
en neutrinos electrones
y müones
las arenas
y los dioses
se diluyen en leptones
a montones
                aun que



Solo el tiempo permanece.

Pasan olas tras las olas,
playas pasan y desiertos,
pasa el polvo con el viento
pero el tiempo permanece.

Pasan lluvias y galernas,
fuegos pasan y volcanes,
pasan guerras y desastres
pero el tiempo permanece.

Pasan pueblos y naciones,
razas pasan, continentes,
pasan mundos con la historia
pero el tiempo permanece.

Soles, cielos también pasan,
astros pasan y galaxias,
pasan dioses y universos
pero el tiempo permanece.

Solo, el tiempo permanece.


pero en el tiempo
mirlo mirlillo
en los leptones y en los muones
merlo merleiro
en los tejados las chimeneas
y las antenas
merlo merliño
cuando la tarde sueña su último
rayo de sol
entre las nubes hay siempre un mirlo
mirlillo mirlo
lanzando su alto vibrante trino
hacia la noche
hacia los días
y los eones
                que oe



Escoita ó merlinho!
Aí vai o merlo merliño:
vén, vai e pía na punta do día,
o merlo merliño .
Aí vai o merliño merlo:
peteiro de luz e ás de noite,
cantiga encantada de fadas de neve,
merlo merliño.
Aí vai o merlo merleiro
onda da merla brincando nas pólas
e do chan ós tellados
e dos tellados ás árbores espidas da rúa,
merlo merleiro,
rabo negrizo, trapecio no ceo.
E aí vai o meu merlo merleiro:
voo de curvas exactas e lenes,
merliño merleiro,
contento do sol cando escambra na tarde de choiva,
música leda dos días silentes do inverno.
Merlo, merliño!
Non marches nunca, merlinho ghopiño!

E aí vén o merlo merliño:
Vén, vai e pía voando nas ás do día.


mira al mirlo mirlillo
sobre el tejado
con su canto encantado
míralo al pillo
y oye el trino tretero
de hadas de nieve
aún pensando en si llueve
mirlo mirlero
                que



¡Escucha al mirlillo!
Míralo al mirlo mirlillo:
viene y va y pía en la punta del día,
el mirlo mirlillo.
Míralo al mirlo mirlillo:
pico de luz y alas de noche,
cantar encantado de hadas de nieve,
mirlillo mirlo.
Míralo al mirlo mirlero
junto a la mirla brincando en las ramas
del suelo al tejado
y del tejado a los árboles desnudos y fríos,
mirlo mirlero,
rabo negrizco, trapecio en el cielo.
Y mira mi mirlo mirlero:
vuelo de curvas precisas y lenes,
mirlo mirlillo,
delicia del sol cuando escampa en la tarde de lluvia,
música alegre del día callado de invierno.
¡Mirlo, mirlito!
¡Nunca te vayas, mirlo bonito!

Míralo al mirlo mirlillo:
Viene y va y pía volando en las alas del día.


el canto encantado
de un hada de lluvia
blanquísima y rubia
el trino hechizado
de un hada de hielo
jugando en el cielo
de un día nublado
                mas



Espérame
en luz de la luna
dejando vagar las horas
hacia la nada;
no iré.
Ya.
Encuentro
fútiles caricias,
besos nublando el ocio,
nidos de nada:
no iré.
Y.


mi hada de hielo
varada en un copo de sueño
mi hada de escarcha
buscando en un yerto carámbano
cristales de miedo
en la turbia compañía
de un poeta vuelcaversos
o un asceta zumbadioses
mi hada nublada
déjame hundirme
tan triste y contrito
desamparado
mi hada ensoñada
no robes mi alma
desconcertada
                o



Oh, déjame caer,
déjame resbalar
por la abrupta pendiente
del cíclico temor y el miedo incierto
al desconcierto,
y no vengas a rescatarme.

Sí, déjame lamer
mis llagosas heridas
tan triste y tan contrito
en mi almohadón de penas recostado,
desamparado,
y aún no vengas a rescatarme.

Ay, déjame llorar,
déjame desbordar
estas alegres lágrimas
de mi pino penar tan sin consuelo,
ni desconsuelo
y no vengas a rescatarme.

Déjame padecer
este trágico e ilógico
dolor inmensurable
de quien sobre sí mismo se atormenta,
en cruz cruenta,
mas no vengas a rescatarme.

Y, ay, déjame hundirme
en este aciago lago
un instantito más...
y no quieras venir, mi amargo amor,
hórrido error,
ya no vengas a rescatarme.


no robes mi sombra
descorazonada
no claves mi alma
en cualquier carámbano
de miedo y de hielo
mi hada salada
déjame hundirme
en lagos aciagos
mi hada escarchada
que duelen muy duros
los pálpitos puros
mi hada asustada
                que



Qué duros duelen,
mi dolor,
los dolores de pasión
sin amor.
Ah, de bruces
en los arduos altramuces.

Saben subidos,
qué dulzor,
los sudores del amor,
oh temblor.
De rodillas
en las bravas buganvillas.

Salados suben,
con sudor,
los sabores de pasión,
qué salor.
De narices
en los rudos regalices.

/Fui de bruces,
me caí en los altramuces.../


sin mi hada
nada nada
cada día
cada nada
resto sumas
multiplico y dividiendo
mundos dioses y leptones
salados suben
qué sudor
los humores
del amor
en sabores y salores
me resuelvo en madrugadas
de aritmética brumosa
poca cosa
mi salor
revolear de falda rosa
cuánto ahumor
                que luego



Los segundos voy sumando
en mi ansia a los segundos,
multiplico atribulado
los minutos y las horas
y resuelvo madrugadas
de aritmética dudosa;

dividiendo turbios sueños
entre angustias en la noche,
resto sombras a lo oscuro
y a lo atroz de la tiniebla
demostrando amaneceres
que reducen la mañana

y despierto atenazado
con los ojos entre lluvias,
los oídos opacados
y las manos temorosas,
con la voz desvanecida
sin palabra y sin aliento...

me pregunto atormentado
si soy duda o desconcierto,
si aún existo o me soñaba
en la tarde de resaca
un poeta tuerceversos,
un asceta quiebradioses.

Y no hallo resultados
en mis cálculos confusos,
soluciones convincentes
a problemas mal planteados:
Miro al día sin fijeza...
y desisto de entenderme.


de aritmética errada
disoluciones
por eones de iones
nada la nada
en los ojos de un hada
feérico vuelo
revolando en su pelo
al confín de la nada
                y que



Venimos de largo,
muy largo a lo largo,
y lejos más lejos
que vamos a ir.

Volamos en vuelos
de pájaros llenos
de sol y de aire
y viejos reflejos
de atardecer.

Soñamos los sueños
de oscuras estrellas
y quietos cometas
que rasgan el mar.

Cantamos los cantos
de añosos guerreros,
de escudos de nubes
y lanzas hendidas
en luces de ayer.

Venimos de nada
y más a la nada,
de nada
a la nada,
que hemos de ir.


del hada
lampiña
en soles de iones
y oscuros escudos
de atardecer
mi hada a la nada
de inerte planeta
en lanzas lanzadas
desde
el ayer
                y



Mi vida
en la luz
de un relámpago
de noche en la densa tormenta.

Mi sueño en la breve tormenta
de un cálido y seco verano.

Mi amor en el corto verano
de un siglo de hielo y glaciares.

Mi azar en el mar de glaciares
de un gélido e inerte planeta.

Mi ayer en el sol de un planeta
cegado por nubes de iones.

Mi muerte
en dos haces
de iones
bailando en la y de un relámpago.


los glaciares del mar
goces y roces
ven iones veloces
en el azar
y en la y por bailar
no me remoces
en tus zetas feroces
ramplón rimar
                por momento



Ya no goces
o me roces
por momento
si conoces
mis atroces
pensamientos.

No remoces
dando voces
el invento,
aún dan coces
mis feroces
sentimientos.


mis salaces
palideces
si me dices
tus atroces
altramuces
la iguana en el desierto
y el coyote
comparten el peyote
del yaqui muerto
rotos y rápidos roces
en los disturbios
sueños viscosos y turbios
trozos veloces
                pues



Después de los disturbios estudiantiles
donde creí que era un revolucionario
robé una avioneta y volé al desierto.

Allí encontré a una chica con un vestido verde
y muy larga melena negra
que llegó a aquel día en un viejo coche
de cristales caídos
junto a la que rodé sobre la arena,
la refulgente arena del desierto;
en el punto Z,
bajo el sol cegador de mi último desierto.

Y evité disparar a un policía
y volví en la avioneta a la ciudad
donde otro policía
sí disparó sobre mí...
Y allá en el desierto
la chica del vestido verde
se enteró de mi muerte por la radio
y lloró acordándose de mí.

Pero en el aire
todo tras ella saltó en mil pedazos
todo estalló en diminutos fragmentos,
cientos de miles de trozos minúsculos,
muy despacio,
en un millón de veloces trocitos
hechos de miedo, impotencia y latidos
de desconsuelo y de sueños deshechos.
Muy despacito...

Luego la chica de larga melena
lacia y oscura
se subió al viejo coche de cristales caídos
y siguió su camino
a través del desierto,
del final e irreversible desierto.


flameando en el fuego
rotos trocitos
quince mil pedacitos
de odio en el ciego
desierto zeda
viento ardiente al desaire
fatuos ensueños
y trocitos pequeños
en el sol y en el aire
deslumbrador
                y



Aire al sol con el aire
velando ensueño,

aire al sol en el aire
volando en fuego;

aire al sol por el aire

lavando el cielo.

Cielo de fuego al aire
levando el sueño:

Aire al sol contra el aire
violando el vuelo.

/Aire al sol por el aire
volando al cielo.../


me eclipso en las luces
que duelen muy duros
de dolor
mis bordes obscuros
mis crónicas cruces
so el salor
fui naire del aire
y salto en el sol
                si



Fui de bruces,
me caí en los altramuces
y vi luces
que lloraban en las cruces
de los mártires de amor.

Qué empalago, qué temblor,
qué dulzura de dolor,
qué amargura de dulzor:
Salados saben,
qué salor,
los sabores del amor.

De rodillas
aplasté las buganvillas,
vi que brillas
entre llamas amarillas
en fulgor de redención.

Qué tormento y tentación,
que sinuosa sensación
de martirio y aflicción:
Muy duros duelen,
qué dolor,
los delirios de pasión.

Qué duros saben,
mi salor,
los sabores de pasión.


pues los pálpitos puros
donde las luces
con las críticas cruces
laten muy duros
que caminé
en la cruz de la edad
cielos austeros
por veranos ronceros
en la ciudad
                y es



Andar y pasear bajo el calor
de un hárdido verano de metal,
sudar y caminar bajo la luz
de agosto tan ardido de ciudad.

Andaba y paseaba en el calor
del áspero verano de cristal,
sudaba y caminaba por la luz
de agosto riguroso de ciudad.

Anduve y paseé sobre el calor
del pétreo verano vertical,
sudando y caminando tras la luz
de aquel agosto austero de ciudad.


yo caminé
bu mu ra ta
y caminaba
ta ra ba mu
en el alud
sudando y caminé
y aún andaba
sobre el hielo y la lava
y aún no sé
                y



Caminando
y caminaba y caminé;

desde donde el sol se hiela
y hacia donde el mar se ahoga,
hasta donde el ansia el miedo y el vacío
se condensan en cristales de silencio
caminé;

en la playa tras la lluvia
y por ríos desecados,
por los valles anegados en pantanos
donde moran los espectros desahuciados
caminé;

por ciudades laberinto
ombligadas en su asfixia,
sobre nubes y entre rayos y tronadas,
por las grutas sepultadas en la tierra
caminé;

bajo bosques encantados,
ante iglesias condenadas,
en ruinas de castillos hechizados
donde príncipes y hadas siempre velan
caminé;

por las rutas de los muertos
a las puertas del infierno,
desde el fondo de los siglos olvidados
contra el trazo de la urgencia del ahora
caminé;

perseguido por el tiempo,
persiguiendo mi deshora,
sin hallar jamás descanso en la escapada
ni alcanzar tampoco el sueño que buscaba
caminé;

asolándome de arrugas
y escarchando mi mirada
caminando me hice viejo en el camino
y el camino se hizo eterno y caminando
caminé;

caminaba y aún camino,
no sabía y aún no sé
cuando parto ni hacia dónde ni por qué,
ni si llego,
ni si esperas, ni aun a quién…
caminé.


taramubu
caminaba
tamurabu
caminé
taburamu
y aún seguía
bumurata
sin saber
                de



Bumurata Bumutara
Muburata Mubutara
Rabumuta Rabutamu
Tabumura Taburamu,
los nombres de un dios,

Buramuta Buratamu
Murabuta Muratabu
Ramubuta Ramutabu
Tamubura Tamurabu,
de un dios olvidado,

Butamura Butaramu
Mutabura Mutarabu
Ratabumu Ratamubu
Taramubu Tarabumu,
cansado,vencido.


los nombres de un dios.
tan dulce en el aire
caído del cielo
cansado vencido
perdido olvidado
pisado en el suelo
que sabe tan dulce
de un dios derrocado
                que



Dulce, dulce, qué tan dulce,
¿sabes?
me sabe, lo que ya sabes,
dulce.

Pero dulce qué tan dulce,
¿sabes?
me sabe, lo que me endulza,
dulce.

Y dulce en tu boca, dulce.
Sabes.

/Pero dulce
me sabe tu boca, dulce.../


que en el viento lo veo
dulce tan dulce
que en tu boca de dulce
y no me creo
que te endulce tan luego
el fluir del fuego
que entre el viento lo veo
y al aire creo
                que al



Aire al sol por el aire
volando al cielo:
Se me vuelve la vista
y al viento veo
que por el sur del día
risas van yendo.
Aire al sol en el aire
volando al cielo.

Aunque absorto lo miro
y no me creo
que el alud de unos ojos
de gris intenso
sea menos volátil
que el fluir del fuego.
Aire al sol con el aire
volando al fuego.

Aprehendo una duda
virada en negro,
reflexiono mi vida
y al poco entiendo
que el que no tiene alas,
niño,
no alza el sueño.
Aire al sol para el aire
volando al sueño.


aire en el aire al azar
volando ensueño
sueño en azul sin dueño
de naufragar
perdido en el azar
rolando el helio
sumiendo niña el cielo
y alzando el mar
                que hoy



Voy hundiéndome despacio,
entregándome hacia el mar,
olvidando con mis sueños
la ilusión.

Voy sumiéndome muy lento
hacia el mar,
donde el mundo es verdinegro,
de color de confusión;
todo ciego como el tiempo
bajo el mar.

Voy hundiéndome tranquilo
en el mar,
naufragando vagamente
con el mar.

/Agarrado a una tablita
pequeñita.../


saludo al nuevo azar
ciego asteroide
tan confuso esferoide
camino el mar
                y



Saludos
desde el séptimo asteroide:

Soñábamos el séptimo asteroide.
Jugábamos al séptimo asteroide.
Vivíamos el séptimo asteroide.
Vivimos en el séptimo asteroide...

Recuerdos
desde el séptimo asteroide.


saludos (...)



Fragmentos de un fractal (0)
Fragmentos de un fractal (4)

Rotas derrotas notas

Aire al sol con el aire. (Barcelona, 13.06.04). Burbuja de Aire al sol por el aire.
Aire al sol por el aire. (Madrid, 21.01.89 / 11.04.91)
Ámame. (Madrid, 1988)
Andar y pasear bajo el calor. (Madrid, 1988 / A Pobra do Caramiñal, 15.08.04). 16:00 h. agosto, Madrid.
Bumurata. (Madrid, 1988). Poema combinacionista primitivo. Oración a un antiguo dios qēziano, ya ignorado, lejano y olvidado. «¿Es tan difícil comprender que se puede muy bien rezar a un dios en el que no se cree en un idioma que no se entiende?» J. Torrente Ballester en Cotufas en el golfo.
Caminando y caminaba y caminé. (Barcelona, 2001 / 2003). Kilómetros, millas y leguas, walking in my mind, na miña mente. E máis tamén por Qēz.
Después de los disturbios estudiantiles. (Madrid, 20.03.89). Después de Zabrinsky Point de M. Antonioni.
Dulce, dulce, qué tan dulce. (Barcelona, 10.06.04 / 02.10.04). Burbuja de Te como /como te como.
El arte me parte. (Madrid, 1987 / Barcelona, 2000 / 06.09.04). Canción qēziana de gran éxito en los Territorios del Sureste según la adaptación de Enr Gumda.
Escoita ó merliño! (Madrid, 1989 / 14.04.91). Desde el balcón del 36 de Fernández de la Hoz, Chamberí.
¡Escucha al mirlillo! (Madrid, 1989). Traducción de Escoita ó merliño!
Espérame. (Madrid, 1988 / 14.09.90)
Fui de bruces. (Madrid, 1989 / 12.04.91)
Largo, qué largo es el camino. (Madrid, 1988 / 04.02.91 / A Pobra do Caramiñal, agosto 2004). «Drear path, alas! where grows not even lonely rose», (Terrible camino, ¡ay!, donde no crece siquiera una rosa solitaria). E. A. Poe, Beloved.
Los minutos me dividen. (Barcelona, 13.06.04). Burbuja de Los segundos voy sumando.
Los segundos, los minutos. (Barcelona, 13.06.04). Burbuja de Solo el tiempo permanece.
Los segundos voy sumando. (Madrid, 31.01.89 / 12.04.91 / 18.07.94)
Mi vida en la luz de un relámpago. (Barcelona, 2000)
No me roces /o me goces. (Madrid, 21.01.89 / Barcelona, 2004). Variación 2ª.
Oh, déjame caer. (Madrid, 1989 / Barcelona, 2004)
Qué duros duelen. (Barcelona, 13.06.04) Burbuja de Fui de bruces.
Saludos desde el séptimo asteroide. (Madrid, 1987 / Barcelona, 2004). Texto preescrito en una tarjeta postal enviada a Caléndula C. desde el Séptimo Asteroide del Cinturón de Van Egm, en el viaje de ida a Qēz.
Si pudiera saber lo que quiero encontrar. (Madrid, 1988 / 09.08.90 / Barcelona, 2003). 13 errores. «Ni conocemos todas las respuestas, ni nos hemos hecho aún todas las preguntas». J. J. Fortea-Laguna, En el umbral de la inteligencia. «Desprecia la muerte y tendrás la vida». «La eternidad que buscas no la encontrarás. Disfruta cada día y cada noche como una fiesta; regocíjate con tu hijo y deléitate con tu esposa porque solo ese es el destino de la humanidad». Sumerios/acadios/asirios, Poema de Gilgamesh. «Sé que soy inmortal». W. Whitman, Canto de mí mismo.
Siempre rondando, siempre. (Madrid, 19.08.89 / 19.04.91)
Solo el tiempo permanece. (Madrid, 1988 / 14.09.90 / 10.04.91 / 21.07.94 / Barcelona, 2003)
Venimos de largo. (Madrid, 1989)
Voy hundiéndome despacio. (Barcelona, 10.06.04). Burbuja de Agarrado a una tablita.
Ya no goces /o me roces. (Madrid, 21.01.89 / Barcelona, 2004). 4ª variación.



Hoces coces voces
Desglosario


ardido, -a. Hardido, duro, endurecido.
afelio
. Punto en el que un planeta se encuentra a la mayor distancia del sol.
eón. Periodo de tiempo indefinado e incomputible.
ghopiño (gallego, pronúnciese como en castellano jopiño). Localismo propio de las Rías Bajas, diminutivo de ghopo, guapo; equivale a bonito.
hárdido, -a (del germánico). Hardido, ardido: duro, endurecido.
leptón. Clase de partículas que no responden a las interacciones fuertes (la más intensa de las tres clases de generales de interacciones entre partículas elementales; causa las fuerzas nucleares que mantienen a protones y neutrones en los núcleos atómicos) que incluye al electrón, el muón y el neutrino.
muon. Partícula elemental inestable de carga negativa, similar al electrón aunque 207 veces más pesada.
pársec. Unidad astronómica de longitud igual a la distancia de un objeto cuya paralaje (desplazamiento aparente anual de un objeto en el cielo debido al movimiento de la Tierra alrededor del Sol) anual es de un segundo de arco. Equivale a 3,2615 años luz.
salor (ē). Sabor salaz de sal.
temoroso, -a (ē). Que padece temor.
torna. Acción de tornar, regreso.
yaqui. Pueblo indígena, de la familia azteca, originario del actual estado de Sonora, México.
zeda. Letra zeta.
zubia. Lugar por donde fluye, afluye y confluye mucha agua.


egm. 2005

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