19 de agosto de 2005

Fragmentos de un fractal (y 6)



voy iba
e iré
eternamente
a tu rombo
y en tu ritmo
rumbo iré
                por



Los viejos astros:
el sol, galaxias,
aman por siempre
la gravedad;

tan solo el Hombre,
en su simpleza,
quiere tozudo
la eternidad.

Las bellas flores
y mariposas
viven un día
de vanidad;

es la belleza
del Hombre efímero
solo su eterna
mortalidad.


dioses del miedo
miedo de dios
al hombre al mito
y la eternidad
solo su huida
hacia el infinito
solo mi eterna
mortalidad
                o



¿No viste el miedo de dios
cayendo hacia el infinito?
¿No has visto el miedo que dios
le tiene al héroe y al mito?

Ya has visto el miedo de dios
huyendo su propio rito.
Sí, viste el miedo de dios
al tiempo y al infinito...

Pues mira el miedo de dios
huyendo hacia el infinito.
Descubre el miedo de dios
al hombre, al genio y al grito.

/Él huyó entre las estrellas,
por galaxias devastadas.../


en disfraz de archimandrita
con cien dioses y una hadita
en un mar de piedra imán
mareaba
por galaxias emergentes
e infinitos concluyentes
rato antes del gran pam
                ay



Tiempo antes del Big Bang
yo tenía una casita
con terraza y parcelita
en un mar de piedra imán
mucho antes del big bang.

Meditando en el desván
intuía al fin la vida
calculando la medida
del ïon y del radián,
evos antes del big bang.

Estudiando el mejor plan
dibujaba en prosa y verso
ideando el universo
desde el quark hasta el volcán,
siempre antes del big bang.

Sometido a grave afán
inventaba al creador,
pues lo haría algo mejor
un poeta que un chamán,
rato antes del big bang.

Concebía así a An,
Brahma, Pangu, Odín, Baal,
Zeus, Atón, Yahvé, el Graal,
y el peyote de don Juan,
poco antes del big bang.

Pero, echado en mi diván
ya con todo preparado,
descansaba descuidado
cuando reventó el volcán,
algo antes del big bang...

Y me vi yo sin mi plan
y sin cielo y sin infierno,
ensoñando un mito eterno,
cabalgando el huracán,
casi antes del Big Bang.


cerveza fría
otra vez solo
ante el big bang
con odiseo y adán
héctor aquiles helena
minotauro y la sirena
y un profeta y un ciclán
trecho antes del granflán
y solo y solo
birrita helada
bajo un sol de piedraimán
acabado ya el bimbán
                que



Cerveza fría:
otra vez solo.
Amarrándome a mi sueño
como Ulises a su mástil,
los marinos a sus remos,
la Sirena a su arrecife.

Otra vez solo,
cerveza fría.
Abocándome a mi abismo
donde nunca nadie entra;
aire cielo sol y nubes
son los hierros que me encierran.

Cerveza fría,
de nuevo solo.
Si entendiera el Laberinto
no tendría yo tu savia;
no estarías en mi nervio
si me hablara el Minotauro.

Y birra fría,
otra vez solo.
Encantado a mi arrecife
como Ulises a su arco,
la Sirena a su lamento
y la muerte al Pretendiente.

Y siempre solo,
más birra fría.
Aferrándome a mi islote
como Helena a los navíos,
como Héctor a los muros
y la sangre a su armadura.

Y birra fría
y solo y solo.
Tragaluces y pasillos,
laberintos enlazados,
llaves claves olvidadas;
ya no tengo tu misterio.

Y más aún solo
y birra fría.
Anudándome a mis dudas
como Ulises a la ola,
como Aquiles al escudo,
como Héctor a su pira.

Y solo solo:
cerveza fría.
Recluyéndome en mi sima
donde nunca nadie nada,
donde siempre estoy yo solo
sin sirenas ni venganza.

Tan solo solo,
más y más fría.
Entre duda y laberintos
remolinos y arrecifes,
descendiendo a los infiernos
para ver tus ojos míos.

Mas siempre solo,
fría, muy fría.
El misterio me descubre,
la ceniza me renueva;
se deshoja el laberinto:
era eso al fin el miedo.


solo soldado
perdido y solo
niño
                que



Abusos y humillaciones
mil padecemos;
la Banda de los Proscritos
refundaremos.

Proscritos:
la Banda recobraremos:
desdenes e iniquidades
redimiremos.

La furia de los Proscritos
recuperemos.


niña
solo soldado
de frío y miedo
                solo



Soy un soldado, niña
soy un soldado.
Me enseñaron el miedo
y la violencia,
me encerraron a golpes
de alcohol y ausencia,
me llevaron al filo
de la demencia
y me dieron la ira
y la vehemencia.

Soy un soldado, amigo,
solo un soldado;
estoy lleno de marcas
viejas y nuevas
y resisto los golpes
que quieras darme
en el cuerpo, en el alma
y en la esperanza,
con la rabia, la furia
y la violencia.

Soy un soldado, niño,
solo un soldado
entre el miedo, la duda
y la esperanza;
solo un soldado, amiga,
solo un soldado
entre el sueño, la risa
y la confianza.


dormito cual dragón
debajo de un volcán
sobre el aire la risa
y la esperanza
soldado
niña
soy dragón
                y



Debajo del volcán
dormita el rey dragón
encima de un montón
de magma y azafrán.

El tiempo, en un amén
tronaba en el confín
del mundo, y en patín
volvía a su vaivén.

Dormía un holgazán
y añil semidragón
soñando en un sinfín

de hadas en caftán
de seda con pompón
y lazos en su harén.

/Debajo del volcán,
ignífero volcán.../


solo mi eterna mortalidad
solo en su huida al infinito
encima de un volcán
de azufre y azafrán
y un dios un hombre un mito
                si



Él huyó entre las estrellas,
por galaxias devastadas,
se perdió bajo los astros
de las simas siderales,
y escapó hacia los vacíos
del confín del universo.

Escapó del Hombre, huyó.
Y era Dios.
Y huyó.

Y acaso Dios
¿no tiene miedo?
Mi dios, tu dios,
¿no tienen miedo?
Mi dios se marchó hace eones
a alguna oscura gruta del desierto
a estudiar las escrituras
y el arco de la curvatura
que forma el espacio-tiempo
al combarse bajo su ombligo.

O quizá,
por ahí cuentan,
se perdió un atardecer
en un neblinoso pantano
por el que aún vaga desorientado,
jugando a los dados
y buscando a Dios...
Y Dios, tu dios,
¿acaso no tiene miedo?

Pero solo era Dios.
Y huía.


y érase de un dios que un día
de los hombres escapaba
y era un hombre que miraba
hacia dios y no veía
                pues



Érase una vez que un día
era un cuento del montón,
era un niño que leía
con muchísima atención.

Érase una niña mona
tan pequeña como yo
que escuchaba embelesada
lo de Pérez, el ratón.

Érase de un hada mala
que no quiso dar su don;
érase que una manzana,
y dos peras y un melón.

Y era un lobo sin abuela
que en el bosque se perdió;
y érase que era o no era,
érase que no existió.

Érase Adán o Eva
y Dalila × Sansón;
era César y los Godos,
era Astérix en Japón.

Éranse los Doce Impares,
era Henriqe el Rey Dragón,
y éranse las Tribus Trece
y era Ovidio Gran Masón.

Eran Hunos y Bi-quingos,
eran otros de Padrón.
Era América y las Indias,
era sueco fray Colón.

Era el sabio Vostradamus
futurista gran pintor.
Érase que acaso fuera,
que ni dentro ni salió.

Y era Dios y Jesús Cristo,
y a la Virgen, san Antón.
Era el Cielo y las Estrellas,
érase Brigitte Bardot.

Era Marx y el Camarote
con Bakunin en montón;
y la hoz era y la espada
y era la Re-Evolución.

Y érase que el Homo ergáster
y era el brujo en el perol;
érase el hacha de sílex
y el uranio golpeó.

Era un globo que giraba
en ninguna dirección
y era un hombre que esperaba
lo que nunca sucedió.

Érase de una princesa
y era un príncipe mirón.
Era un niño que miraba
y la niña no lo vio.


érasé
que acaso fuera
que así pensaba
sobre el mar celta
y eso pensé
                que



No cruzaré
el alto mar;
nunca en el tiempo
me encontrarás.

No beberé
filtro de amar.
De ningún modo
seré Tristán.

Nunca en mis mares
navegarás.


cual fulgor de blancoazul
o eso creía
como triple caracol
o eso pensé
a mi hada luzabril
pobre de mí
entregaba en un clavel
y aún huía
mi galaxia en espiral
                o



Descenderé la vertical
de esta galaxia en espiral:
traspasaré la hoya axial
del agujero en la central
oscuridad inmaterial.

Me elevaré en la vertical
de otra galaxia aun espiral
y creceré en el cieno uncial
de algún planeta primordial,
como un fragmento de un fractal.

Me orientaré en la horizontal
de tu galaxia en espiral.
Me verteré a la vertical
de tu figura de fractal,
de ti, galaxia en espiral.

/Me situaré en la vertical
de una galaxia en espiral.../


que este yo no soy
la risa axial
me crece en vertical
y doy si voy
y hoy soy lo que soy
en mi espiral
                que



Yo, este, no era yo. Me ruge el alma.
Ahora soy granizo, viento y frío,
aciago temporal en mar bravío
y llagas en la palma.

Desastres y dolor mi suerte empalma
volcando mi cordura al desvarío.
Yo mismo no fui yo; ya no soy mío.
De mí se huyó mi calma.

Rodando en el azar me azora el miedo
de ver lo que no he visto en lo que soy,
o ser lo que no puedo.

No, este no era yo. Ni ayer ni hoy.
Y ahora ya en mi albur no sé si ruedo.
Ni acaso a dónde voy.


jugando a tu juego
no era tristán
y abraso hasta al fuego
fracción de un fractal
minúscula triza de sal
herido en tu ruego
quemando mi ego
velado rendido tristán

                Si


juego a tu juego
o antes o luego
me quemo en el fuego;
si juego a este juego
se inflama mi ego
y ardo en el fuego.

Un ruego te ruego:
ven, dame tu fuego;
tú, dámelo y luego
espera a que el fuego
comience su juego
e incendie mi ego.

Sí, antes que luego
atiende a mi ruego:
trae, dame ese fuego
y deja que mi ego,
ahora y no luego,
se abrase en el fuego.

Tú escucha mi ruego
y juega a mi juego,
inflama mi ego
y abrásame en fuego;
ahora y no luego
incendia mi ego.

Sí, atiende a mi ruego
ya antes que luego:
inflama tu juego,
abrasa mi fuego;
incendia tu fuego
y arrasa mi ego.


enciéndeme
inflámame
quémame
que en el aire
ardo el viento
que en el viento
quemo el aire
árdeme abrásame
incéndiame
                que



En el viento
domo el aire
como el naire
de tu aliento;

me arrepiento
del desaire
y al desgaire
te lo cuento:

desde el cielo
vuelo al suelo
con tu amor

y en el humo
libo el zumo
de tu flor.


y en el río duermo al agua
de tu altor
en el hielo huelo el duelo
de tu ardor
bajo el puente sé la fuente
de esa flor
y en su zumo muerdo el humo
de tu agror
                pues



¿Cuál es el río
del agua clara,
cuál es la fuente
del agua limpia?

¿Cuál es el río
del agua limpia,
cuál es la fuente
del agua clara?

¿Cuál es el río
cuál es la fuente
del agua limpia,
del agua clara?

/Cuál es el rumbo
y cuál la orilla.../


que sí
que es la felicidad
tan solo una emoción
y son las emociones
apenas sensaciones
que duran el instante
no más en que se sienten
y que luego se olvidan
llevadas por el río
de otras emociones
y nuevas sensaciones
que no perdurarán
y no
no hay felicidad
que dure mucho más
que las gotas de agua
cayendo en el vacío
de una catarata
por un instante libres
mas luego confundidas
de nuevo en la corriente
sumidas en meandros
y turbios remolinos
que las arrastrarán
                y sí



Debajo del volcán,
ignífero volcán,
dormita el Rey Dragón,
ignívomo dragón...

Debajo del volcán
dormita el Rey Dragón
guardando los tesoros
que nunca perderás:

Reflejos de la luna
jugando en el maizal,
la sombra del eclipse,
el rayo en el cristal;

los cuervos en la orilla,
las conchas y la sal,
la playa tras la lluvia
y algares bajo el mar;

la hiedra sobre el muro,
helechos del pinar;
los besos bajo el viento,
cervezas en el bar...

Retazos y fragmentos
que añade cada edad;
trocitos muy pequeños
de la felicidad.

Debajo del volcán
aún duerme el Rey Dragón
soñando con sirenas
de ojos de azafrán.

Retama y madreselvas,
medusas en el mar:
los mágicos tesoros
que no te fallarán...

¡Rey Dragón!
¡Corre, lánzate hacia el Cielo
Rey Dragón,
volarás detrás del Viento
Rey Dragón,
que el tesoro que vigilas
Rey Dragón,
te lo va a robar el Tiempo,
Rey Dragón!

Ya debajo del volcán
se despierta el Rey Dragón...
El ignífero dragón
del ignívomo volcán.


debajo del volcán
de azúcar y azafrán
guardadas por dragones
dormitan emociones
que no se perderán
trocitos y porciones
fragmentos y fracciones
de la felicidad
y sí
fragmentos
de épica arcaica
eteocles y polinices
subida
del pozo del tiempo
                que sí



Los dos hijos de Edipo, rey de Tebas infausto,
por él ambos malditos y los dos malhadados:

Polinices guerrero y el glorioso Eteocles,
a la muerte del padre repartirse acordaron
el gobierno de Tebas la de Siete las Puertas,
cada uno en el trono alternándose un año.

El primero Eteocles se elevó sobre el trono
y el primero incumplía lo entre ellos pactado:
al hermano negaba su derecho y el cetro
que por sangre debía y el acuerdo sagrado.

Polinices huía y exiliábase en Argos
desposando a la hija del magnánimo Adrasto,
y hacia Tebas, su patria, en campaña marchaba
con las huestes argivas, con hoplitas y carros.

Eran siete caudillos, siete puertas en Tebas,
contra siete los jefes que de Argos llegaron.
Se atacaron los héroes, las mujeres gemían,
rehilaban las lanzas y los carros chillaron.

La contienda se extiende bajo el muro y las torres:
Se defienden los fieros descendientes de Cadmo;
los argivos se empeñan con gran brío y bravura.
La batalla no vence, incapaz, ningún bando.

Cada príncipe aprecia el valor de sus tropas,
pero el Sino funesto a los dos ha alcanzado:
ya vehementes deciden echar mano a las armas
y en combate de iguales encontrarse en el campo.

Singular la pelea, ejemplar la matanza:
frente a frente acometen el hermano al hermano.
Los cadmeos se callan, los argivos miraban;
las murallas de Tebas en silencio esperaron.

Los dos hijos de Edipo: extranjero en su tierra,
parricida incestuoso, rey de Tebas infausto,
triunfador de la Esfinge por su propia desgracia:
los dos hijos se enfrentan entre ellos y al Hado.

En el aire las lanzas revolaron silbantes
y dos filos gemelos entre sí rechocaron:
dos espadas forjadas en las fraguas escitas,
anhelantes del cuerpo del hermano buscando.

Los dos yelmos se topan, los escudos resuenan;
los argivos miraban, los tebanos callaron.
Con el hierro dos reyes su disputa redimen.
Una nube de polvo la atroz lid ha ocultado...

Cuando el manto piadoso de la tierra de Tebas
a la luz la resulta de la lucha ha mostrado
brota un grito del pecho de las cautas mujeres
y las filas de hombres que aguardaban armados:

Dos hermanos, dos reyes, dos cadáveres yacen
abrazado uno a otro, uno al otro inmolando.
Las querellas y el odio, la disputa, culminan:
sin rey dejan a Tebas los dos reyes tebanos.

Así el Hado acataba la sentencia implacable,
pues Edipo a sus hijos, en su madre engendrados:
Polinices guerrero y el glorioso Eteocles:
a los dos los maldijo, su destino sellando;

de la Erinia y los Dioses él, Edipo, execrado
y entre todos maldito, rey de Tebas infausto.


y si no tuve
tampoco anduve
la sima del tiempo
querellas y sangre
destino cruento
y espadas con hambre
                aquí y



Kiliqui sube
kiliki cielo
quiliki hube
quiliqui suelo

quiliqui tuve
kiliqui anduve
quiliki muelo
kiliki duelo

kiliki hube
kiliqui huelo
quiliqui nube
quiliki hielo

quiliki anduve
kiliki tuve
kiliqui cielo
quiliqui rielo

quiliqui nube
kiliki muelo
quiliki sube
kiliqui vuelo


y si no sube
tampoco nube
y sí
tu soledad
la mía
la soledad del homo
la soledad del globo
la soledad del cosmos
del universo solo

                Y


algas y anémonas
medusas y sargazos
meciéndose en el ritmo
del sueño de la espuma
y del viento salobre
de algún mar sin playas...

y solos en la peña
tan sola en este océano
y solo un arrecife
en la mitad de un vasto
azul sin continentes
y olas sin arena

y solo en este islote
tan solo entre galaxias
entre materia oscura
y entre solos soles
sin luz y sin planetas
ni sombras en el cosmos

y solos en la roca
tan sola en nebulosas,
y solas multitudes
en este viejo y solo
y confuso universo
de soledad sombría

y solos y expandientes
entre materia oscura
y lóbrega energía
y solos en el tiempo
inalcanzable y calmo
inextricable y cierto.


la soledad confusa
del muon y el homo
y al universo romo
la luz abstrusa
puesque
se arrullaban
las sirenas hechizadas
naufragaban
entre anémonas y algas
me pensaban
por oscuros pluriversos
volitaban
y en el tiempo dulce y calmo
me encantaban
                puesque



Las sirenas con su canto
me encontraban,
con su aliento me acunaban,
me arrullaban;
las sirenas, encantadas
me cantaban.

Las sirenas en el viento
volitaban,
de salitre se adornaban,
se encantaban.
Las sirenas dulcemente
me soñaban.

Las sirenas en sus cantos
me encantaban.

/Las sirenas
me enredaban en sus cantos.../


en la fuente y en el agua
arco y tiro
flecha y diana
en el río de emociones
las sirenas me atrapaban
los instantes en el tiempo
volitaban

                Cuál


es el rumbo
y cuál la orilla,
cuál es el viento,
cuál es la playa;
cuál es la fuente
del agua limpia,
cuál es el río
del agua clara.

Para buscarme
cuál es el alba,
para olvidarte
cuál es el día:
cuál es el río
del agua clara,
cuál es la fuente
del agua limpia.

Cuál es la trocha
cuál el camino,
cuál es la línea
cuál es la raya,
cuál es el río
del agua limpia
cuál es la fuente
del agua clara.

De la moneda
cuál es la cara
cuál es la suerte
cuál es la vida,
cuál es la fuente
del agua clara
cuál es el río
del agua limpia.

Cuál es el arco
cuál es el tiro
cuál es la flecha
y la diana
cuál es la fuente
y cuál el río
del agua limpia:
del agua clara.


cuál es la trocha
en la sabana
cuál es el río
de la luz clara
el homo solo
alza la espalda
muestra los dientes
a la mañana
cuál es el golpe
cuál es el rumbo
de tu luz clara
                si



En la sabana
vasta y extraña
camino torpe
oliendo el aire.
Erguido el cuerpo,
tenso las piernas;
ahogo el ansia
en mi interior.

Miro a lo lejos:
la hierba alta;
allí algún árbol,
pálidas hojas,
reseco tronco;
allí algún ave
atenta al paso
del cazador.

En la sabana
vigilo insomne;
inmóvil sombra,
escucho al grillo
y a la cigarra
que cuando callan
revelan donde
pisa el temor.

Me tiendo un poco
entre los tallos,
mascando un fruto
verde y amargo
que no me sacia;
mirando al cielo,
soñando lluvias
en el calor.

En la sabana
yo soy la bestia
que vuelca el miedo
al corazón.
Yo soy la fiera
y soy la presa;
soy asustado
depredador.


solo homo solo
cansado
ahora el tiempo
es mío
tendido en medio
de altos tallos
aguardo al tiempo
y río
                que



El tiempo rompe en mis músculos yertos
como la ola que vence a la orilla,
cada noche,
cada hora,
cada día.

El tiempo horada mis huesos inertes
como barrena a la roca en la mina,
día a día,
cada noche,
cada día.

El tiempo estalla en mi mente agotada
como el volcán que devasta la isla
hora a hora,
día a día,
cada día...

Y el tiempo es mío; yo soy el tiempo.
Soy yo mi tiempo y su medida.
Cada evo.
Cada instante.
Cada día.


y no pensar
y no juzgar

no opinar
como la ola
que horada el volcán
me vive el tiempo
que ahora es mío
y sin pensar
rememorar
                sí



Los tres monos en el árbol.
Dijo uno: «No pensar».
Y las sienes se cogía...
«No pensar». Se decía.

Los tres monos en la rama.
Iba el otro: «No juzgar».
Y los ojos se cubría...
«No juzgar». Repetía.

Los tres monos en el aire.
Fue el tercero: «No opinar».
Y la boca se escondía...
«No opinar». Y reía.

Los tres monos en el mundo...
Pero nadie les oía.


rememora
gime y llora
los tres monos se tronchaban
en el árbol se reían
de la vana pretensión
de que juzgue un vano humano
a otro vano ser humano
y en la rama se reían
reventaban
pelo poro a poro
mito o rito
oro corro y lloro
ardo y grito
                o



¿Acaso, no hago eso?
Ardo e imploro.
Acaso te amo y duelo...
Rememoro.

En donde se envuelve el viento
me demoro;
por donde se encresta el hielo
grito y lloro.

Acaso, me incendio en fuego
poro a poro;
acaso no entiendo el viento
y me azoro.

Por donde se cierra el hielo
me demoro.
En donde se hiela el hierro
grito y lloro.

Acaso, te vivo y sueño
y te añoro.
Acaso me hielo en fuego
poro a poro.


en tu amor
mi dolor
ardo y lloro
qué salor
por tu amor
en la trampa me deslizo
en que el tiempo me entrampaba
sexo y sal
donde el hielo me atrapó
con tu amor
grito y oro
por tu amor
                si



El tiempo se entrampa
jugando en la onda
de luz en la oronda
y hélica rampa.

Se entrampa despacio
en vil laberinto
de sexo indistinto,
geométrico y lacio.

El tiempo se alampa
de arcaica rotonda,
renuente al instinto,

cercado en la trampa
rotunda y redonda
de punto y espacio.

/La trampa del tiempo
me atrapa en los trazos.../


los instantes volitaban
las sirenas me atrapaban
en las olas ondulaban
emociones me enredaban
en el tiempo me abrazaban
                y



Las sirenas
me enredaban en sus cantos.
Yo no huía.
Las sirenas
me atrapaban en su risa.

Yo no era
más que un leño entre las olas
arrastrado
por sus voces,
por el llanto de su canto,
por la brisa candorosa de su risa.
Y no huía.
Me envolvía
la penosa melodía de su llanto.

Las sirenas
me abrazaban
con la tierna fluorescencia
de sus pieles escamosas.
Y sus brazos
eran cera, fuego, tiempo,
refulgir de agua en el viento.
Y en sus pechos
me acunaba como un náufrago borracho
extenuado por los cielos
vengativos y azarosos.

Y sus besos
eran hielo, hiel y furia,
tempestades desatadas del invierno.
Y sus ojos
eran vórtices profundos
de mis sueños abisales.
En sus ojos
me dormía... Comprendiendo...
Comprendido.

Las sirenas
no me huían.


y en las tardes hechizadas
solo somos
de los elfos y los gnomos
y las hadas
si
las sirenas en su canto
con la brisa
me enredaban en la risa
y en su llanto
y
en las horas encantadas
con los gnomos
y los elfos solo somos
de las hadas

las sirenas con su llanto
en la brisa
me encantaban en la risa
de su canto
                que



Donde habitan los elfos
te sentía.
Donde corren los gnomos
te buscaba.

Donde bailan las hadas
te perdía,
donde sueñan las hadas
me encontraba.

Donde enredan los gnomos
no te oía;
donde juegan los elfos
te escuchaba.

Donde vuelan las hadas
me perdía,
donde cantan las hadas
te encontraba.

Donde saltan los gnomos
me escondía.
Donde ríen los elfos
me quedaba.

Donde aman las hadas
te quería;
donde quieren las hadas
yo te amaba.


entrampado en el tiempo
por ti
para ti escribí
ciénaga ángel
náyade insecto
música olvido
lo que di
lo que doy
lo que soy
lo que fui
para ti
                sí que



Lo que digas.
Haré.
Lo que quieras.
Seré.

Soldado. Ángel.
Insecto. Luz.

Te desearé.
Te amaré.
Te perderé.
Te olvidaré.

Lo que me digas.
Lo que tú quieras
seré.

Y solo
si tú me piensas,
solo
si tú me sueñas
te soñaré.


mírame escúchame
por ti soldado
ángel por ti
y
furia desidia
brizna de broza en el viento
calma temor
e
insecto aura
centelleo escoria
luz y temblor
                pues



Mira estos ojos vencidos
oye mi grito sin voz;

nunca pensé que al decirlo
iba a sentirme peor:

cada momento que existo
ardo en tu luz de dolor.


ah mírame
oh escúchame
ay siénteme
                pues



Tu cuerpo ondulante
me trae a los mimbres
y cañaverales,
palmeras al viento,
ligeras gaviotas
y algas del mar.

También a las olas
que suben despacio,
se extienden y caen
si tal la marea
que abraza la playa
al atardecer.

Tu cuerpo cimbrea
en ondas muy lentas
y yo entre las algas
me hundo en el mar.
Naufrago, me pierdo,
me ahogo en tu mar.


mírame
tus olas cimbrean
oscilan y ondulan
tan dentro de mí
tus algas me atrapan
escúchame
me enredan y arrastran
al fondo de ti
siénteme
                pues



Mira mis ojos brillantes,
oye mi voz sin dolor;

no imaginé que el saberlo
iba a volverme mejor:

cada instante que existes
amo en tu luz el amor.


luz de pasión
añil y dorada
rubí o esmeralda
en el lago de cráter
sobre el volcán
                que



«Son los lagos de cráter
de gran belleza:
de color de ultramar,
añil o glaucos
y de color de jade
o de esmeralda
y también de rubí
o de granate,
y a veces opacos
o transparentes
según son las materias
y minerales
que contienen disueltos
o suspendidos,
o según el color
que les dé el cielo
o el de las paredes
que los encierran».

Son los lagos de cráter
rara belleza.
Así dijo Tazieff,
y aquí reza.


adnarim zerrēitug equirne
vivía en el lago de cráter
sobre un extinto volcán
virado en voraz remolino
de índigos brillos y glaucos
que ríen
volcado en mendaz laberinto
quieren
equirne zerrēitug adnarim
viviendo en el brioso volcán
                a



Adnarim zerrēitug equirne
rompiendo sin tino burbujas
de rima y de ritmo verbosos
vertía en nefasta columna
hardidas sirenas y hadas
volcando en voraz remolino.

Tenaz remoliente insumido
virando en abismos mendaces
de ritmo sin sino ni tino
verbaba solismos arcaicos
rompiéndose en vórtices y hades
perdido en fatal laberinto.

/Enrique gutiērrez miranda
buscaba en los versos verdades.../


la trampa me atrapa
geométricos lívidos brillos
celestes o glaucos
rosáceos dorados violetas o níveos
que ríen
tramando espirales
y caigo de hinojos
adnarim zerrēitug equirne
réquiem
en medio de un cruce en el gélido asfalto
envuelto en mil trazos oblicuos
gritando a la luz de las sucias farolas
los ciegos semáforos y árboles yertos
las calles opacas
gritando al helado silencio
ahninem
clamando a la diosa de amor y de guerra
inanna eoh inanna
eoh ishtar
gritando llorando sangrando
inanna m’inanna
ahninem ahnim
m’ishtar
ishtar
ahninem ahnim
y
caí de rodillas

de hinojos fitos
enrique gutiērrez miranda
envuelto en arcanas volutas
arcaicos designios
azules y albos
dorados violetas rojizos
que ríen
antiguos dibujos de ansia y de instinto
cristales sangrantes pulverizados
mordiendo
llorando gritando
rúbeo al cielo
caí
                y sí



La trampa del tiempo
dibuja espirales. Ondula en el juego
de luces difusas,
me envuelve en las líneas
de brillos oblicuos
tangentes y obtusos
y añade volutas recientes
a ritmos arcaicos.

La trampa del tiempo
me atrapa en los trazos de lazos eternos.
Geométrica trama.
Me obliga a rendirme a los ritos antiguos
usados sabidos manidos,
los viejos arcanos del sexo y los días.

La trampa del tiempo
me encierra en sus líneas quebradas
fugadas revueltas partidas.
Zigzag serpentino.
El cruel laberinto de amor y deseo
que roe los sueños:
La trampa del tiempo.

La trampa, las trampas del tiempo
que son una sola.
Fatal laberinto latiendo en la sangre.
Alzada la lanza.
Lanzada la baza; vendida la vida.
La cíclica duda;
la danza del ave en la nieve;
el río de ríos; la lava en el valle...
La trampa del tiempo.

Mendaz remolino
de vueltas y pasos de baile.
Saberes infusos en mentes triviales.
Geométrica magia.

El juego ondulante de saltos oblicuos,
la sangre absorbida detrás de la vida,
la búsqueda inútil e inocua
de mitos distintos atroces y nuevos,
de flores perdidas
y antiguos misterios de sexo y de muerte,
de risa y de fuego.

La trampa del tiempo en un vuelo de luna,
tan nítida y clara
geométrica y lene,
abriendo su arcano a la luz de los astros.
Geométrico trazo mintiendo el destino.
Tan nítida y leve.
Tan clara.

La trampa me atrapa.
La trampa del tiempo.


esto ha pasado
la trampa del tiempo
me tiene atrapado
en líquidos sueños
la trampa me atrapa
quiero o no quiero
caí
mi vida un abismo
de viento y de cielo
me hundo en las algas
de algún cuerpo en vuelo
el tiempo me encierra
en un bajo ensueño
                que



Algo ha pasado:
Tengo el recuerdo de un sueño
que no he soñado,
siento el delirio de un cuerpo
que nunca he amado
y veo
bajo mis pies un abismo
de sol y cielo;

Leo
bajo mi sombra una sima
de luz y viento,
Creo
desde mi vida un abismo
de viento y cielo.


eso ha sido
lo que he visto
no lo he visto
ni te veo
ni te he visto
ni lo veo
ni te vi
nunca aquí
                y



Si te he visto,
no te veo;
si te veo
no te he visto.

Ni te he visto
ni te veo,
no te veo
y ni te vi.

Y no te he visto
ni te veré.


bajo mi sombra una sima
que nunca he visto
y el oleaje en las rocas
y los algares y el faro
que ya no vi
                que



Allá en la punta de Corrubedo
rompen las olas contra la roca
con fuerza antigua,
y madreselvas de limpia espuma
abren al viento sus claros dedos
y luego caen,
de nuevo agua, de nuevo ola
y, atando un ciclo en otro ciclo,
de nuevo espuma.

Las negras olas baten la peña
día tras día, hora tras hora
de cada invierno;
la vieja roca resiste firme
hora tras hora desde mil siglos.
Y el faro brilla.
Y el mar golpea; la peña aguanta.
Y el faro, arriba, brilla sin pausa
hacia mil siglos.

Pero allá, sola, tras la marea,
la dorna rota va a la deriva,
sin remo o vela,
y yo me hundo bajo las algas
sin esperanza y sin remedio,
sin salvación.
Yo voy muriendo entre tus olas
en este largo túnel de frío
y vaciedad.

Y allá en la isla de Ouessent,
en cabo Mizen, en Butt of Lewis
y en Bjargtangar,
el oleaje bate en la roca
día tras día y siglo a siglo
desde mil siglos.
Y día a día los hombres duelen,
y las mujeres y adolescentes,
de soledad.

Allá en la punta de Finisterre,
y en isla Attu, Hornos, Agulhas,
y en cabo York.


desde el cabo de hornos
a cheliuskin
fuego escombro y cenizas
mis olas rotas
y de la espuma trizas
rudas derrotas
desde cabo balar
a bjargtangar
                si



Los hombres van al amor
para enfrentarse a la guerra,
los hombres hacen la guerra
para olvidar el amor.

En el fragor del combate,
aturdido por la angustia
de la muerte y de la sangre,
del entrechoque de hierro,
del fuego escombro y cenizas
y los cuerpos amputados,
el hombre se cree hombre
y que nació para eso,
demente borracho y ciego:
para la lucha y la furia,
para la destrucción.

El hombre que dio su amor
para perder en la guerra;
un hombre que fue a la guerra
y que perdió en el amor.

Finalizada la lucha,
sangre revuelta con lodo,
hielo cubriendo las tumbas,
desvanecidos los días
del triunfo y la gloria,
regresan a sus hogares
o lo que quede de ellos,
los espectros extraviados
de hombres que aún son hombres,
a reenfrentarse a la vida
y volver, también, a amar...

Un hombre que dio su amor
para enfrentarse a la guerra.
El hombre que fue a la guerra
para olvidar el amor.


tal vez
en el vacío sin tiempo
hundirme
e irme
por las planicies de qēz
con ýe
a los abismos que aún hay
                en ai



Y el día en que el mundo recomience
sobre el tiempo imaginario
tú y yo allá estaremos
aún amándonos.

Fluctuando sobre la nueva singularidad,
infinitesimales,
veremos expandirse e inflaccionar otro universo
en un estallido de soles y galaxias
y radiación de microondas
aún amándonos.

El día en que el tiempo recomience
tú y yo sonreiremos
disfrutando del cíclico intercambio
de masa y energía, y el hálito de luz...
aún amándonos.


no pensar
en la paz
ni en la guerra
ni el amor
no esperar
no soñar
no pensar

                No


pensar.
Si pudiera
no pensar.

Si pudiera
solo a veces
no pensar.

Si pudiera,
si pudiera
no pensar.

Solo a veces,
solo a veces
no pensar.

No pensar.
Si aun pudiera
no pensar.


que
si las derrotas
me hacen más fuerte
ahora seré
indestructible
casi inmortal
y no pensar
nunca soñar
y mucho menos
aun esperar
enrique que
en rutas rotas
soy inmortal
                y



Enrique gutiērrez miranda
buscaba en los versos verdades
y hallaba un abismo de edades
sin tiempo que el vértigo agranda,

viraba en la líquida landa
de antiguas sin fin soledades
del vórtice al cenit, y al hades
volvía en volcada volanda;

sumido en voraz remolino
de lánguidas hadas dolientes
vertía en columna nefanda

un verbo de ritmo sin tino,
burbujas y rimas rompientes...
enrique gutiērrez miranda.


caleidoscópicos enriques
buscaban verdad en los versos
y hallaban la edad en diversos
fragmentos fluctuantes finales
cruciales cristales fatales
enrique perdidos e inmersos
ay ýe
la fórmula clave
que e=gm2
en vórtices y hades astrales
que solo en tus ojos me indiques ruin rimar vulgar

                enr y qué



Caleidoscópica fisura
configura
fatalidades en momentos
que fragmentos

y ageométricos intentos
halan lentos
desde las tramas en el hilo
del estilo,

velocidades en el filo
que rehilo
mil intercósmicos visajes
y engranajes

tal microscópicos virajes
y viajes
hacia la hondura de tu sima
que insublima

del laberinto hasta la cima
de la rima
arquitectura de fractales
siderales,

e infinito de abisales
verticales:
caleidoscópica tristura
me tortura.


tortura
que el tiempo sin tiempo
de edades
y hallaba un abismo
verdades
buscaba en los versos





saludos
desde el séptimo
asteroide




Fragmentos de un fractal (0)

Rotas derrotas notas

Abusos y humillaciones. (Barcelona, 1999.) «Le buscaré unas plumas. Usted también debería llevar plumas». R. Crompton, Travesuras de Guillermo (Just William), edit. Molino, 1935, pág. 38.
¿Acaso, no hago eso? (Barcelona, 30.03.04). Ýe en el oasis de las Nueve Palmeras.
Adnarim zerrēitug equirne. (Barcelona, 07.06.04 / 13.02.05). Burbuja de Enrique gutiērrez miranda. «Dicen que el cuélebre tan solo habla en inglés. Pero está yendo a aprender a hablar del revés, y no entenderse con nadie ni en chino ni en bable, sobran las palabras, que las palabras enredan y tornan oscuras las buenas ideas». Víctor Manuel (V. M. Sanjosé Sánchez), Cuélebre.
Algo ha pasado: /Tengo... (Barcelona, 30.05.04). Retruque de Algo ha pasado. /Intuyo...
Allá en la punta de Corrubedo. (Barcelona, 13.02.03)
Caleidoscópica fisura. (Barcelona, 15-20.02.05). Caleidoscopio final.
Cerveza fría. (Barcelona, 2000). «Ni aun al morir has perdido tu nombre, Aquiles, sino que tu fama perdurará entre los hombres». Odisea, XXIV. «Y estas fueron las honras fúnebres de Héctor, domador de caballos». Ilíada, XXIV. Clásicos y alcohol: peor que con barbitúricos.
¿Cuál es el río. (Barcelona, 07.06.04). Burbuja de Cuál es el rumbo.
Cuál es el rumbo. (Barcelona, 2000 / 2003)
Debajo del volcán /dormita… (Barcelona, 09.06.04). Burbuja de Debajo del volcán.
Debajo del volcán. (Barcelona, 2000 / 2003 / 04.02.05). «La felicidad es una emoción y las emociones son transitorias». E. Punset, Redes, TVE2, 3-II-05. «La felicidad es una emoción: ¡Qué transitoriedad en mi corazón!». De Las elegías del Tubo, farragoso compendio lírico del pomposo vate Kierne Gutma.
Descenderé la vertical. (Barcelona, 13.06.04). 2ª burbuja de Me situaré en la vertical.
Donde habitan los elfos. (Barcelona, 06.05.04 / 08.02.05). Enr Gumda no llegó a averiguar si también hay hadas en Qēz.
Él huyó entre las estrellas. (Madrid, 1988 / Barcelona, 1996 / 2002). «Y aquellos fueron el alba y el crepúsculo del octavo día». L. del Rey, Canto del crepúsculo (Evensong). «Dios no juega a los dados con el Universo». A. Einstein. «Dios no solo juega a los dados, a veces los lanza donde no podemos verlos». S. W. Hawking. «Dios no juega a los dados; los dados ruedan solos por el Universo y la mayor parte1 de las veces no podemos verlos». E. G. Hawstein. // 1: La mayor parte, materia bariónica: 95%.
El tiempo rompe en mis músculos yertos. (Barcelona, 17.04.04 / 07.02.05)
El tiempo se entrampa. (Barcelona, 07.06.04). Burbuja de La trampa del tiempo.
En el viento. (Barcelona, 2003). Sonetín 3°.
En la sabana. (Barcelona, 28.12.03)
Enrique gutiérrez miranda. (Barcelona, 29.03.04). Un eneasílabo por nombre.
Érase una vez que un día. (Barcelona, 1996)
Kiliqui sube. (Barcelona, 2003). Canción popular qēziana, cantada en las fiestas de Fin de día celebrando la cercana salida del sol (kili = sol).
La trampa del tiempo. (Barcelona, 28.10.03). Algunas personas conocen, de modo innato, trucos mezquinos para mantenerse a flote en mitad del remolino y las tempestades.
Las sirenas con su canto. (Barcelona, 08.06.04). Burbuja de Las sirenas.
Las sirenas. (A Pobra do Caramiñal, 28.08.03). Me desperté una mañana y lo escribí sin levantarme de la cama; yo qué sé por qué. «Me ordenó que evitáramos a las divinas sirenas y su florido prado. Ordenó que solo yo escuchara su voz». Odisea, XII. «En el próspero tiempo las sirenas plañen y lloran recelando el mal». Marqués de Santillana. «Oír la dulce voz de una sirena y no poder del árbol desasirse». Lope, Ir y quedarse... (soneto). «Queres vir connosco ao mar?» (¿Quieres venir con nosotras al mar?) Manuel Antonio, Chamada. «I have heard the mermaids singing, each to each. I do not think that they sing to me». (He escuchado cantar a las sirenas, una a otra. No creo que cantaran para mí). T. S. Eliot, The Love Song of J. Alfred Prufrock, Resumed.
Lo que digas. (Barcelona, 22.01.03)
Los dos hijos de Edipo. (Barcelona, 1996 / 2008 / 23.05.04). «Luego contra sus hijos, por el escaso sustento enfurecido, lanzó una maldición de lengua amarga: que con sus manos, armadas con el hierro, la herencia partirían». Esquilo, Los siete contra Tebas. «Lean vuecencias a Esquilo y contemplarán la vida». Así contestó el ilustre doctor Zun Qeiro ante la legación de mandatarios qēzianos de los Territorios del Sureste cuando fue preguntado, sobre la vida en el Planeta Terth.
Los hombres van al amor. (Barcelona, 14.02.03)
Los tres monos. (Barcelona, 04.05.04). Versión del lema de los tres monos muy extendida en Terratola: No pensar en, no juzgar, no opinar sobre los actos de los demás, ya que conocemos tan solo el 5% de sus motivos y sus razones; el resto: energía y materia oscuras. Así lo ven allá.
Los viejos astros. (Madrid, 1989 / Barcelona, 2003)
Mira estos ojos vencidos. (Barcelona, 15.01.03). «You’re so fucking special. I don’t care if it hurts». (Eres tan jodidamente especial. No me importa si duele). Radiohead, Creep.
Mira mis ojos brillantes. (Barcelona, 07.01.03)
No cruzaré. (Rascafría, Madrid, 1990). Escrito sobre el agua del mar Céltico. Al llegar a Qēz comprendí que para no incumplir promesas, lo mejor es no hacerlas.
No pensar. (Madrid, 1988)
¿No viste el miedo de dios? (Barcelona, 07.06.04). Burbuja de Él huyó entre las estrellas.
Si juego a tu juego. (Barcelona, 2003 / A Pobra do Caramiñal, 03.02.05)
Si te he visto no te veo. (Madrid, 1987)
Son los lagos de cráter. (Barcelona, 2004). Hay en el libro del mítico vulcanólgo Haroun Tazieff, Les volcans et la dérive des continents, pasajes de inesperada belleza poética. H. Tazieff, Los volcanes y la deriva de los continentes, edit. Labor, 1974, pág. 112.
Soy un soldado, niña. (Barcelona, 04:43, 02.05.04)
Tiempo antes del Big Bang. (Barcelona, 1996). Poema mitológico arcaico de las Tierras Bajas de Qēz, transcrito de una tablilla preqēzita por Z. Qeiro, en adaptación rimada (en perjuicio de la literalidad: los términos muon o radián, por ejemplo, no aparecen en el texto original) de E. Gumda. Según el eminente doctor Zun Qeiro, que sabe de estas cosas, dando la vuelta por detrás del centro del universo pueden verse aún las ruinas del Gran Bimbán: quarks y leptones diversos, taus, neutrinos y muones, esparcidos en revuelto amasijo sobre los restos resquebrajados de la curvatura del espacio-tiempo.
Tu cuerpo ondulante. (Barcelona, 2003)
Y algas y anémonas. (Barcelona, 27.04.04 / A Pobra do Caramiñal, 05.02.05). «En mis visiones experimenté una soledad abismal y cósmica». H. P. Lovecraft, La casa maldita (The Shunned House). Contemplando el universo desde el puente de proa de la Irrigi-II, entre Terth y Qēz: La soledad del individuo, la soledad de la especie, del mundo, del cosmos...
Y el día que el mundo recomience. (Barcelona, 27.03.05). 2º Retruque de El día que comenzó el mundo.
Yo, este no era yo. (Barcelona, 1996 / 2003)



Hoces coces voces
Desglosario


ageométrico. No geométrico o que no sigue los principios de la geometría.
Agulhas. Cabo de Sudáfrica, en el extremo austral de África.
ahninem ahnim (sèugutrop sèverled). Niñita mía.
alampar. Tener ansiedad por el logro de algo.
An. Dios del cielo en la mitología sumerio-babilónica de cuya unión con la diosa de la tierra, Ki, nacieron los demás grandes dioses.
argivo. Natural de Argos:
Argos. Ciudad de la antigua Grecia.
Atón. Atón-Ra, una de las divinidades creadoras en la mitología egipcia.
Attu. La mayor de las islas Near (Attu y Agattu) en el Mar de Bering, al oeste de las Aleutianas.
Baal. El dios más importante de la mitología ugarítica o cananea; hijo de El, el dios creador.
bi-quingos (ē). Feroces guerreros escandinavos que combatían en zigzag, por lo que producían la ilusión de ser dos en vez de uno.
Bjargtangar. Extremo occidental de Islandia, y de Europa.
Brahma. Dios creador en la mitología indú.
Butt of Lewis. Extremo norte de las islas Hébridas.
cadmeo, -a. Tebano, tebana, natural de Tebas, ciudad de la antigua Grecia.
Cadmo. Fundador mítico de Tebas.
caftán. Vestimenta que cubre el cuerpo, entre el cuello y la pierna, con mangas cortas y abierta por delante, usada entre turcos y moros por hombres y mujeres.
Cheliuskin. Cabo de Siberia, en la península de Taimir.
ciclán. Individuo con un solo testículo.
don Juan. Chamán de los indios yaqui, en México, que aparece en diversos libros de C. Castaneda (Las enseñanzas de don Juan, Una realidad aparte, etc.) en los que se trata del uso del peyote y otras plantas alucinógenas para acceder a la realidad mágica.
escita. Natural de, o relativo a Escitia, país famoso en la antigüedad por la forja de metales.
fray Colón. Vikingo de origen sueco que después de haber descubierto Vínland (América), se convirtió al cristianismo y, tras tomar y abandonar posteriormente los hábitos, condujo a las naves castellano-aragonesas al redescubrimiento del continente americano.
Gran Pam (terratolio, coloquial). Big Bang.
Granflán (terratolio, coloquial). Big Bang.
hélica. De figura de hélice.
hinojos fitos. Expresión castellana antigua: hincadas las rodillas.
Homo ergáster. Homínido aparecido hace un millón de años, con capacidad craneal, proporciones y estatura semejantes a las de los humanos; fue el primer homínido que salió de África y de él evolucionaron el Homo erectus por una parte y por otra el Homo antecessor, que a su vez dio origen al Homo neardenthalensis y al Homo sapiens.
homo. Ser humano, especie humana.
Hornos. Cabo de Chile, extremo austral de América.
Inanna. La dueña del cielo, diosa sumeria del amor y de la guerra, asimilada a Venus, la estrella del atardecer, y posteriormente identificada con la diosa acadia Ishtar.
insublimar (ē). Sublimar, engrandecer, ensalzar y pasar directamente, esto es, sin derretirse, del estado sólido al estado gaseoso.
kiliki, kiliqui (qēzio). Vocativo de Kili (nombre del sol de Qēz: Oh Kili.
Mizen. Cabo del sur de Irlanda.
muon. Partícula elemental inestable de carga negativa, similar al electrón aunque 207 veces más pesada.
Odín. Dios principal de la mitología nórdica.
Ouessent. Isla de Francia, frente a la costa de Bretaña.
Ovidio Masón, Publio. Poeta italiano (1943-2017), creador de la poesía lógica o logial.
Pangu. Divinidad primordial creadora en la antigua mitología china.
peyote. Lophophora williamsii, cactus de la zona del río Grande, entre Texas y México, utilizado como analgésico contra el dolor de muelas y el reumatismo y que también tiene propiedades alucinógenas y psicoactivas que influyen principalmente en el sentido de la visión.
pluriverso (ē). Todo aquel universo que contiene en sí mismo dos o más universos.
Proscritos, Los. Banda de jóvenes indeseables, errabundos y misóginos, capitaneados por Guillermo Brown, y de la que también forman parte Douglas, Pelirrojo y Enrique.
puesque. Conjunción condicional y causal: ya que, por lo que.
quarks. Partículas fundamentales de las que están compuestos todos los hadrones; la materia última de la que estamos hechos nosotros, nuestras quimeras y el Universo.
que ríen (ocibàlis sèverled). Enrique.
quiliki, quiliqui. Kiliqui.
radián. Unidad de ángulo plano; equivale a un ángulo cuyo arco tiene igual longitud que radio.
rehilar. Dicho de armas arrojadizas, como flechas o lanzas, cuando van con mucha rapidez: producir ruido o zumbido.
remoliente (ē). Que adopta la forma de un remolino.
semidragón. Monstruo fabuloso con la mitad superior de hombre y la inferior de dragón.
solismo (ē). Estado más o menos largo, provocado o involuntario, de soledad.
uncial. Que mide una pulgada.
verbar (ē). Expresarse con labia o locuacidad.
verboso. Abundante en palabras.
Vostradamus. Pintor francés (1212-1919), creador del estilo retrofuturista abstracto, encuadrado en la corriente situacionista-predictiva.
Yahvé. Deidad creadora en la mitología hebrea.
York. Cabo del norte de Australia.
Zeus. Dios supremo y padre de la mayoría de los demás dioses en la mitología griega.


egm. 2005

☛ F.f ☚